domingo, 29 de noviembre de 2015

MERMELADA DE JENGIBRE. (Sólo para paladares atrevidos)

Si nos ponemos a buscar en internet datos sobre el jengibre, pasaríamos un buen rato descubriendo los beneficios y las propiedades que tiene.

No en vano, ya los británicos inventaron en el s. XIX la famosa ginger ale (la "cerveza de jengibre" de los libros de Enyd Blyton que leíamos de niños).
Un remedio casero transformado en refresco internacional.

Sí. Porque el jengibre es "la bomba".
Vale para casi todo: dolores de cabeza, trastornos estomacales; y ahora han descubierto, que tiene efectos anti inflamatorios, y que combate el estrés...!!.

La primera vez que vi una raíz de jengibre, fue en el mercadillo de Portobello Road, hace ya algunos años...
Luego descubrí la cocina oriental..., y ... ¡ya no pude parar!.

En mi despensa no falta. Lo tengo escarchado para los dulces, en polvo, en raíces secas, y casi siempre, hay un trozo fresco en el cajón de las verduras...

Lo utilizo en pasteles y galletas. Les da un toque... navideño.
Si hago un wok, aromatizo el aceite salteando en él una rodajita de jengibre fresco...

En fín!, ¿Qué os voy a contar?
Pues que, ¡¡ me gusta el jengibre !!.
Me gusta ese picorcillo, ese ligero sabor a limón...(aunque, algunos dicen que sabe a colonia..., jejeje).
¡¡ Soy la única de mi casa, que se come la lasquita de jengibre rosado de las cajas de shushi...!!

Así es que, no es extraño que me guste la MERMELADA DE JENGIBRE. Y con lo cara que es, resulta más rentable hacerla...(y más divertido).

La he visto en el Club del Gourmet de El Corte Inglés; y es una de mis compras habituales cuando visito Gibraltar. Este año me ha costado 2,95 Libras (más de 4 €) un frasco de 340 gr. de la marca WILKIN & SONS LTD.

¡¡ Había que ponerse a ello !!, cuestión de economía...

Os propongo que probéis mi 

MERMELADA DE JENGIBRE CON UVAS


INGREDIENTES:

  •        550 gr. de jengibre fresco pelado. Después de rallado, cocido y escurrido  serán 350 gr. (+/-)
  •          125 gr. de uvas peladas y sin pepitas, (yo he utilizado las Red Globe).
  •          470 gr. de azúcar.
  •          2 vasos de zumo de uva
  •         1 limón
  •         1 manzana

(Las cantidades siempre son aproximadas. Yo compré dos “manos” de jengibre que me pesaron cerca de 700 gramos. Una vez bien peladas, resultaron los 550 gramos. Y cómo no, todo depende de la cantidad de mermelada que queráis hacer)

PREPARACIÓN:




Hay que comprar un jengibre lo más fresco posible; y que veamos que no tenga muchas protuberancias “raras” que desechar. Lo limpiamos bien y lo pasamos por un rallador grueso. (Yo prefiero rallarlo a cortarlo en trocitos; así elimino la madejilla de hilillos que tiene la raíz.).


Se va echando lo rallado en un colador, para suprimir el jugo que suelta. Ya pica bastante sin él.




Una vez colado y exprimido de su jugo, lo cocemos en olla exprés durante 1 hora. (Si se cuece más, no pasa nada. En realidad, podría estar hasta hora y media; pero, cómo después va a seguir la cocción con el azúcar, tampoco hace mucha falta).




Ya lo tenemos cocido y escurrido al máximo. Ahora lo pesamos. Ése será el peso de referencia para añadir el azúcar.





Añadimos las uvas, peladas, sin pepitas, y troceadas. Yo eché alrededor de 10 o 12 uvas. En realidad, las utilizo para atenuar el picante del jengibre.










Al peso del jengibre, sumamos el de las uvas;  ésa es la cantidad total de azúcar.













Troceamos una manzana limpia, y el limón lo cortamos en gajos. 











Los introducimos en un saquito de lienzo blanco y lo atamos bien. O, para vuestra comodidad, se puede utilizar también una bolsita de cocer legumbres… ( es mi caso )







Ponemos todo en una cacerola profunda (nuestro cacharro de mermeladas…, jejeje), añadimos 2 vasos de zumo de uva y removemos bien para que se disuelva el azúcar. El zumo aporta líquido para que el jengibre se termine de ablandar con la cocción.


Llevamos a ebullición removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue. Hay que dejar que se reduzca y espese hasta conseguir el punto de mermelada.




Para saber cuál es, echamos una cucharadita de mermelada en un plato muy frío. Al enfriarse la mermelada, no  se  escurre, y se “arruga” al empujarla con el dedo.
Ahora ya se puede introducir en frascos esterilizados que rellenamos con la mermelada caliente. Los cerramos y volcamos sobre un paño húmedo y dejamos enfriar 24 h

  




Para conseguir que la conserva dure más tiempo,  después hay que esterilizar los tarros durante 30 minutos.











Ya está lista para disfrutar de ella con 
un buen Rooibos







¡¡ Ese ligero toque picantillo !!.



Es algo distinto que causará sensación..., incluso para los poco amantes de las mermeladas...

¡¡Atreveos !!