Hay zonas de España, dónde son más típicas como dulce de Carnaval.
Una amiga de la familia, hacía bandejas y bandejas de torrijas, en Navidades ....
Tampoco hay exclusividad en la forma de hacerlas: Con vino, sin vino; con sirope, sin sirope....
Incluso en el tipo de pan que se utiliza hay variedad.
Hace tiempo que en ésta época aparecen unas barras de pan preparadas para torrijas. Con miga abizcochada y corteza flexible. Hasta llevan aromatizantes...
Pero yo soy de "la vieja escuela".
A mí me gusta hacer mis torrijas con el pan del día anterior.
El problema es que, ni siquiera los panes son cómo los de antes....(Ainsss!)
He querido recurrir a la típica barra "Fabiola". Que tenía una textura de suave candeal.
¡Ni que decir tiene, que las "fabiolas" en Madrid, ya ni se ven!
...Te venden un símil en una de las cadenas de panadería y pastelería de más prestigio por aquí (tiene nombre de población vasca). Pero, no es nada más que eso: un símil. Ni siquiera es de harina candeal....
Y es que, yo procuro hacer este postre con pan candeal. La miga es compacta y la corteza no se rompe.
El secreto: dejar que las rebanadas se empapen bien de leche.
Así hago yo las
TORRIJAS
INGREDIENTES:
Leche. Yo uso fresca semi desnatada.
Azúcar. Al gusto
Cáscara de 1 limón.
Canela en rama. Al gusto.
Copita de coñac. Opcional.
Huevos
Aceite de oliva suave
Azúcar mezclada con canela en polvo, para rebozar.
Aceite de oliva suave
Azúcar mezclada con canela en polvo, para rebozar.
La cantidad necesaria de leche y huevos, es variable. Todo depende de las rebanadas de pan que vayamos a utilizar.
Para una tanda de 8 rebanadas
he necesitado: 1 litro de leche y 3 huevos para el rebozado.
PREPARACIÓN:
Cortamos el pan en rebanadas
sesgadas de 2 cm. (+/-).
Ponemos a calentar la leche con
un palo grande de canela, la cáscara de 1 limón y azúcar al gusto. También la
copita de coñac, si queréis darle un toque especial. El alcohol se evaporará al
cocer, así es que, no hay que preocuparse.
Una vez que la leche llegue al punto de ebullición (¡ojo que no se salga!), dejamos atemperar antes de verterla sobre las rebanadas de pan que habremos preparado en una fuente honda (si no caben todas en la misma fuente, pues en dos…, jajaja).
Para que el pan la absorba, la leche debe estar bastante caliente.
Una vez que la leche llegue al punto de ebullición (¡ojo que no se salga!), dejamos atemperar antes de verterla sobre las rebanadas de pan que habremos preparado en una fuente honda (si no caben todas en la misma fuente, pues en dos…, jajaja).
Para que el pan la absorba, la leche debe estar bastante caliente.
Hay que cubrir con leche todas
las rebanadas y dejar que se empapen bien, especialmente por los bordes. Si
hace falta, les damos la vuelta, con
cuidado de que no se rompan. Aunque lo mejor, es que la leche cubra por
completo el pan.
Esperamos un rato, hasta que veamos que el pan ya no absorbe más leche.
Las escurrimos en un colador
grande. (Yo las he tenido escurriendo un buen rato. Así, han soltado el exceso
de líquido y se rebozan mejor)
En una sartén no muy grande, ponemos aceite a calentar.
En una sartén no muy grande, ponemos aceite a calentar.
Yo prefiero utilizar una sartén
mediana y freír 1 o 2 rebanadas cada vez. Se manipulan mejor, y no se necesita
tanto aceite.
Iremos rebozando con huevo cada
rebanada y freiremos en el aceite.
Comprobamos que esté estén
doradas por ambos lados.
En ése momento, sacamos de la
sartén y dejamos escurrir en una bandeja con papel de cocina.
Se pueden comer frías o
templadas.
Para conservarlas, yo utilizo
un Tupperware grande y hondo. Pongo un plato de postre del revés en el fondo, y
sobre él las torrijas.
NOTA:
Este postre es muy fácil de hacer, aunque algo latoso. Sobre todo, a la hora de
meter en la sartén las rebanadas rebozadas en huevo y empapadas de leche…
Hay que echarle algo de maña
para que en el “traslado” no se nos rompan. Para eso, el uso de pan candeal es
fundamental. Y el resultado….¡ESPECTACULAR!
Textura suave y jugosa
¡Qué más se puede pedir!