Según sea la receta que vayamos a desarrollar, así emplearemos una clase u otra de fondo.
Un fondo blanco, nos servirá de base para una velouté, por ejemplo. Y un fondo oscuro, para una salsa española.
La diferencia estriba en que un fondo "blanco" se hace cociendo directamente los huesos, piltrafas y verduras. Mientras que un fondo "oscuro", requiere un soasado previo, y después el cocimiento, al que se le suele añadir vino tinto.
Un fondo oscuro lleva varias horas de preparación. Por lo qué, ya que nos ponemos, conviene hacer gran cantidad. Una vez frío, se puede congelar perfectamente, y así podremos disponer de él en cualquier momento.
Incluso, si se deja evaporar gran parte del líquido, dejándolo muy concentrado, se puede verter en las cubetas para el hielo, y utilizar los cubitos directamente para "enriquecer" nuestros guisos...
Hay quien le echa harina a los huesos para tostarlos. Yo prefiero no hacerlo, porque casi siempre utilizo los fondos para sopas y estofados. Además, en caso de usar el fondo para una salsa, lo primero que hay que hacer es un roux con harina y mantequilla, con lo cual....
Otra cosa, es preferible no mezclar huesos (vacuno con ovino).
Poner los huesos en una bandeja apta para horno, pero también que admita fuego directo.
Cuando veamos que los huesos han
cogido color, se añaden las verduras.
Para aprovechar esos jugos, ponemos la
bandeja al fuego, dejamos calentar, y añadimos un buen chorro de vino tinto.
La diferencia estriba en que un fondo "blanco" se hace cociendo directamente los huesos, piltrafas y verduras. Mientras que un fondo "oscuro", requiere un soasado previo, y después el cocimiento, al que se le suele añadir vino tinto.
Un fondo oscuro lleva varias horas de preparación. Por lo qué, ya que nos ponemos, conviene hacer gran cantidad. Una vez frío, se puede congelar perfectamente, y así podremos disponer de él en cualquier momento.
Incluso, si se deja evaporar gran parte del líquido, dejándolo muy concentrado, se puede verter en las cubetas para el hielo, y utilizar los cubitos directamente para "enriquecer" nuestros guisos...
Hay quien le echa harina a los huesos para tostarlos. Yo prefiero no hacerlo, porque casi siempre utilizo los fondos para sopas y estofados. Además, en caso de usar el fondo para una salsa, lo primero que hay que hacer es un roux con harina y mantequilla, con lo cual....
Otra cosa, es preferible no mezclar huesos (vacuno con ovino).
Si en lugar de emplear huesos de
vacuno, empleamos huesos de cordero, obtendremos un caldo especialmente
indicado para base de estofados y guisos de cordero. Cómo, por ejemplo: el Estofado
irlandés de cordero (Aquí)
Así preparo yo el
FONDO OSCURO DE CARNE
INGREDIENTES:
- Varios
huesos, preferentemente de vacuno.
- 1
puerro pequeño
- 1
zanahoria mediana
- 1 rama
de apio
- 1
cebolla grande
- 1
tomate mediano
- 1 vaso
grande (de los de agua) de buen vino tinto.
PREPARACIÓN:
Poner los huesos en una bandeja apta para horno, pero también que admita fuego directo.
Hornear a 200º-220º hasta que los
veamos ligeramente tostados.
Pueden ser más o menos troceadas, al
gusto.
Introducimos de nuevo la bandeja en el
horno, y dejamos ahí hasta que veamos que las verduras estén hechas, y los
huesos bien dorados. Más o menos, 10-15minutos.
Pasado este tiempo, trasladamos los
huesos y las verduras a una olla profunda. Procuramos eliminar la grasa, aunque
un poco, no viene mal.
A continuación, desglasamos el fondo
de la cazuela que hemos utilizado para asar los huesos y verduras.
La glasa se forma al dorar los
alimentos. Son los jugos que quedan “pegados” en el fondo del utensilio de
cocina.
Mientras borbotea el vino, iremos
raspando con una espátula de madera, o silicona, todo el fondo de la cazuela.
Así se despegará la glasa.
El vino hay que dejarlo reducir hasta
la mitad, como mínimo. De esta forma, el fondo no tendrá gusto ácido, “a vino”.
Es decir, primero se evapora el alcohol, y después el agua, quedando solamente
los aromas.
Una vez que hemos conseguido despegar
toda la glasa con el vino, añadimos todo esto a la olla de los huesos.
Ponemos la olla al fuego, y cubrimos
bien con agua.
Llevamos a ebullición, y entonces
bajamos el fuego al mínimo.
Para que el caldo quede limpio, no hay
que dejar que hierva fuerte, ni tapado.
Iremos desespumando para eliminar
impurezas.
Dejaremos cocer a fuego muy lento,
durante 4 horas, 4 horas y media. Durante ese tiempo, iremos eliminando la
espuma que se forme, y si lo consideramos necesario, añadiendo más agua. Pero,
es importante no añadir nunca más del líquido con el que hemos empezado.
Transcurrido el tiempo de cocción,
quitaremos los huesos y pasamos el caldo a otra cacerola, utilizando un colador
grande.
Una vez hecho esto, calentamos el
caldo al máximo para que hierva y si queremos el fondo más concentrado,
dejaremos reducir al mínimo, un poco más de tiempo.