Aquí estoy otra vez con las magdalenas, jajaja
Además, ¡Ya tengo los papelillos adecuados!.
No es que los del otro día no lo fueran pero, lo típico es usar las cápsulas blancas de papel plisado. Cómo se ha hecho toda la vida....
¡Ya,ya! ¡ya lo se...! ¡¡Evolución!!.
Pero, si queremos que nuestras magdalenas (¡Ojo!, que he dicho "nuestras"), se diferencien claramente de los muffins//cupcakes, hay que dejarse de disfraces.
El rollo "evolución", lo hemos introducido en el uso de un accesorio, hoy en día imprescindible: La bandeja con los huecos donde poner los papelillos blancos...
¡Eso sí que ha sido un buen invento!
Ya os conté, que cuando mis hijos eran pequeños hacía montañas de magdalenas. Y no había cosa más horrible, que los papelillos se deformaran con el peso de la masa...
Unos se desparramaban por un lado, otros quedaban bien... Si ponía muy juntos los papeles, ¡se pegaban las masas...!!!
A veces ponía los papelillos dobles, con el fin de hacer más gruesa la cápsula y que no se deformaran...
¡En fin!. Un caos total y absoluto.
De pronto, se hizo imprescindible la inversión en una bandeja. Había llegado la moda "CUPCAKE".
Ahora me alegro de tener una.
Con la bandeja, y el uso de la manga pastelera para llenar correctamente las cápsulas, quedan perfectas.
Pero, además de la logística, lo imprescindible es una buena fórmula...
La fórmula de las magdalenas se diferencia bastante de los muffins, y obviamente, de las MADELEINES francesas. Y "son algo muy nuestro"...
La receta de hoy, no lleva levadura. Sin embargo, a la vista está el resultado.
Tal vez el "copete" no llegue al infinito, pero existe, y es bonito...
Así hago de otra forma:
MAGDALENAS TRADICIONALES
(Segunda
fórmula)
INGREDIENTES:
·
3
huevos pesados con cáscara y todo.
·
Azúcar,
el peso de los huevos
·
Harina,
el peso de los huevos
·
Mantequilla
derretida, el peso de los huevos
·
Ralladura
de 1 limón
·
Azúcar
para decorar
PREPARACIÓN:
Derretir la mantequilla en el microondas, y
dejar enfriar.
Batimos los huevos en una batidora de
mesa (KA) utilizando el batidor de globo. Dejamos que espumen y suban bien,
batiendo a velocidad moderada.
Una vez hayan duplicado el volumen, añadiremos
poco, a poco, el azúcar y la ralladura de limón. Seguimos batiendo hasta
conseguir una crema suave.
Entonces, añadimos la mantequilla que
previamente, hemos derretido. La iremos incorporando a nuestra mezcla, dejándola
caer como un hilo por la pared del cuenco de la batidora, hasta integrar.
Es el momento de incorporar la harina. Previamente,
debemos tamizarla. Es un paso fundamental, y que nunca debemos olvidar. De esa
forma, la harina coge aire y la preparación quedará más esponjosa.
También se puede ir tamizando, cuando se vaya
incorporando a la masa. Removeremos con una espátula, o unas varillas,
realizando movimientos envolventes, para evitar que se baje la mezcla.
Una vez la masa esté bien lisa, y sin grumos
de harina, tapamos el cuenco con un film transparente, y dejamos reposar en la
nevera (*) 90
minutos.
Pasado ese tiempo, sacamos la masa del
refrigerador, y mientras se atempera, iremos precalentando el horno a 175-180º
C, y preparando un molde para muffins/cupcakes con las cápsulas de papel.
Removemos la masa con una espátula, y la
vertemos en una manga pastelera para rellenar las cápsulas hasta los ¾ de
capacidad.
Ponemos un pellizco de azúcar en el centro de
cada masa, y horneamos durante 20-25 minutos, o hasta que veamos que la
superficie está dorada, y al pinchar con un palillo, éste salga seco.
Sacamos del horno, y pasamos las magdalenas
del molde a una rejilla para que se enfríen totalmente antes de guardar en una
lata.
(*)
Esta fórmula no lleva ningún tipo de impulsor (bicarbonato, levadura, ni
gasificante). La altura de la magdalena (copete) se consigue con el reposo de
la masa, y una temperatura de horneado media/alta (para 200-220ºC, el tiempo
será de 15 minutos).
¡Siguen sin llegar a dos telediarios...!
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