domingo, 27 de noviembre de 2016

WATERZOOI MET KIP, (Sopa de Gante con pollo)




Mi deporte favorito es recorrer el mundo. ¡ Para qué nos vamos a engañar !

No suelo traer souvenirs. Bueno si traigo algo, es algo pequeño, simbólico.
En cambio, la tarjeta de memoria de mi cámara (la de mi cerebro también), vuelve repleta.
Yo aún llevo incorporado el chip del "carrete de 36 diapositivas". Lo que me hace ser muy selectiva en el objeto a fotografiar. A pesar de estar "digitalizada", en ése tema no consigo "actualizarme"....

Para eso está la familia.

Mi marido es apodado "el chino", porque va cámara en ristre sacando fotos a todo lo que ven sus ojos....
A mi hijo, cómo buen creativo, le va la fotografía artística.
Mi hija..., no se que pasa entre la tecnología y ella...¡funde todo lo que toca...! (o lo pierde, jejeje). Hace varios viajes que prefiere el móvil...(¡Jesús!).
Y yo, bueno, estoy entre medias. Nunca viajo sin mi cámara. 

El caso. 
Dos recuerdos me traje de la ciudad de Gante (Gent en neerlandés).
  • La impresión en mi memoria del fabuloso políptico de los hermanos Van Eyck : "La Adoración del Cordero Místico"
  • La receta de su sopa más famosa.



Ni el sacrificio que supuso subir y bajar del gran campanario (vértigo)...
Ni pasear por sus calles y canales...
Ni el mercado de flores de la plaza Kouter...
Ni la sorpresa de ver convertida su central de Correos en una tienda de una firma española...






Nada como las dos horas que pasamos recorriendo, escena por escena, lo representado en retablo que pintaron los Van Eyck.












Y nada como degustar "in situ" el plato estrella de la gastronomía local:


El WATERZOOI





Es uno de los platos más clásicos de la cocina flamenca, y como todo lo popular, inicialmente era un plato "de pobres".
Se elaboraba a base de pescado y verduras.
Antaño, la pesca era libre en los ríos  que rodean Gante. Los Lys y Escalda. Luego fue prohibida, por razones de salud pública. Por tanto, el guiso se convirtió en una comida de "grandes ocasiones".
La dificultad de conseguir el pescado, hizo que se "inventara" la versión hecha con pollo. Y ésta es ahora, la receta más consumida.

El nombre del guiso, proviene del neerlandés "zooien" (hervir).
En los restaurantes belgas, se encuentra con el nombre de "Gentse Waterzooi"
En algunos recetarios también la llaman "Sopa gruesa de Gante".

Desde luego, "gruesa" es. Y es que, cómo buen guiso belga que se precie, incluye entre los ingredientes, la mantequilla y la crema de leche. (¡Atención intolerantes a la lactosa!).

En casa nos gusta mucho.
Además, es un plato que se puede tener preparado con antelación. Reposado gana mucho.

Es una sopa "de categoría". Se puede presentar en una cena o comida importante. Yo la he hecho para la cena de Nochebuena.
Os dejo ése apunte, por si os animáis a prepararla para ésas Fiestas...


SOPA DE GANTE
“WATERZOOI MET KIP”

INGREDIENTES (4/6 pax)



  • 4 cuartos traseros de pollo. Sin piel, ni el hueso de la columna.
  • 4 chalotas
  • 2 ramas de apio blanco
  • 1 rama de apio verde
  • 4 zanahorias pequeñas
  • 3 puerros
  • 1 manojo de perejil
  • 1 y ½ litros de caldo de pollo. (Se puede hacer con los huesos que eliminamos de los cuartos traseros)
  • 4 yemas de huevo
  • 125 ml de leche evaporada
  • 80 gr de mantequilla
  • Sal y pimienta
  • Ralladura de nuez moscada (opcional)
PREPARACIÓN



Picamos 2/3 de las verduras en juliana, y el 1/3  restante, en trozos más grandes.
Rehogamos las verduras más gruesas en 1/3 de la mantequilla. Espolvoreamos con sal y pimienta. 









Cuando estén blandas se reservan.











El resto de las verduras se rehogan en lo que queda de mantequilla durante 15 minutos.






Lavamos el perejil y separamos las hojas de los tallos.
Atamos los tallos con hilo de cocina.











Después de rehogadas las verduras finas, añadimos el pollo y los tallos de perejil. Lo rehogamos todo junto para que tome sabor.





Ahora, incorporaremos el caldo.
Dejamos cocer hasta que el pollo esté cocido.
En olla exprés, son 8 minutos.







Sacamos el pollo de la olla. Le quitamos los huesos, y lo picamos en trozos grandes.
Colamos el caldo y trituramos las verduras. El puré resultante, lo reincorporamos al caldo.







En un cuenco aparte, se baten las yemas de huevo con la leche evaporada.









Con el caldo templado, incorporamos poco a poco el batido. Sin dejar de remover para que no se cuajen las yemas.









Añadimos el pollo en trozos grandes, y las verduras que tenemos apartadas.
Salpimentamos al gusto.





Dejamos a fuego lento durante unos minutos más.





Se puede servir inmediatamente. Pero, si se deja reposar, está más rico.



¡¡Es una sopa para las grandes solemnidades!!

NOTA: Para hacer ésta entrada, solo he hecho dos raciones, por tanto, he reducido los ingredientes a la mitad.

martes, 8 de noviembre de 2016

URTA A LA ROTEÑA

Si hay una receta que me recuerde  mis años de feliz soltería ( y no lo digo porque ahora de casada no sea feliz, sino, porque de soltera lo fui muucho), es la Urta a la Roteña.

Cómo sabéis, mi madre era extremeña y mi padre segoviano (buena unión). Pero, si los ancestros de mi padre fueron - que yo sepa - todos castellanos, no así los de mi madre, que los tuvo andaluces...

¿Mi madre de Cáceres, con antepasados de Huelva....?. Pues sí.

Hay cosas que se llevan en la sangre, y, aunque solo sea una gota, hay veces que esa gota "tira"mucho.
Mi abuelo tocaba la guitarra flamenca y cantaba por fandangos...
No es de extrañar que a mí se me vayan los pies cuando oigo unas bulerías, o unos tangos...

Yo, cantar, cantar....., pues mire, no.
Pero bailar....., he bailado un rato...

Soy de las que se pirrian cuando se baila una jota como Dios manda, una Muñeira, un Pericote, unas Seguidillas manchegas....., o un Bolero (mallorquín o madrileño, que tanto monta).

No quiero desviarme del tema.

Y el tema es, que la Urta es un pescado que probé por primera vez en el Restaurante "Rio Grande" en Triana.

De mis felices años de escapadas a la Feria de Sevilla, además del "pescaíto del lunes", lo que más recuerdo es la urta a la roteña que degustábamos en cualquiera de los buenos restaurantes sevillanos...
Siempre aprovechaba para comer allí ese pescado porque en Madrid, ni lo "conocíamos"...
Hasta ahora.

De nuestra Lonja en Mercamadrid, están surtidas las pescaderías de nuestros mercados de abastos.
Hace mucho que estoy viendo Urtas, pero ¡tan hermosas!, que si no es para una comida con mucha familia, no las puedo comprar...
Hasta el sábado pasado....
Había urtas para familias pequeñas....(jejeje)



Ésto es una URTA.
Su nombre científico es Pagrus Auriga, y es de la misma familia que la Dorada, y prima hermana del Pargo.
Es un pescado de roca que se alimenta de pequeños crustáceos y moluscos... (le gustan las delicatessen)


El guiso de "la roteña", cómo siempre, tuvo su orígen en las cocinas más sencillas..., hasta que a  un cocinero se le ocurrió ponerlo en  la carta del restaurante dónde trabajaba...

Cómo toda cocina sencilla, no tiene más misterio que la calidad de los ingredientes. Deben ser de primera. Desde el pescado, fresquísimo, hasta el vino...

Ésta es la receta de:

URTA A LA ROTEÑA


INGREDIENTES (2 pax)

·  1 Urta que pese alrededor de 1 kg
·  2 cebollas medianas
·  1 pimiento verde, de los italianos (2, si son pequeños)
·  ½ kg de tomates maduros
·   2 dientes de ajo
·  1 vaso (de los de agua) de buen vino blanco seco (mejor si es Manzanilla, o Jerez Fino)
·   Pimienta negra
·   2 hojas de laurel
·   Aceite de Oliva Virgen Extra

·   Sal marina gruesa


PREPARACIÓN:





Lo primero que hay que hacer, es pelar los tomates.
Se lavan, se les quita el pedúnculo con la punta de un cuchillo, y se les hace un corte en forma de cruz en la parte de arriba.




Ponemos agua a hervir. Cuando haga borbotones, se introducen los tomates y se dejan más o menos, durante 30 segundos. Inmediatamente, se sacan y se echan en un cuenco con agua helada. La piel se contrae, y se puede quitar con facilidad.








Mientras se refrescan los tomates, picamos las cebollas.







Cómo más nos guste; en plumas, o dados. De igual manera, picaremos el pimiento verde.





Se ponen a pochar en una sartén, con AOVE. Espolvoreamos con sal y pimienta.










Ahora quitamos las pieles a los tomates, y los troceamos. 







Que sean trozos regulares. No nos interesa que se disuelvan. No es una salsa. Tenemos que encontrar los trozos de tomate.




Picamos los ajos en láminas, y los añadimos a las verduras de la sartén.
Enseguida incorporaremos los tomates picados. 










Removemos bien, añadimos las hojas de laurel, y dejamos rehogar hasta que el tomate haya eliminado toda el agua.










En ése momento, subiremos la potencia del fuego para incorporar el vino.









Dejamos que se evapore el alcohol y retiramos del fuego.







 

En una bandeja de horno (Cazuela de barro o fuente de cristal refractario), haremos una cama con la mitad de las verduras sofritas. Ponemos encima el pescado, salamos, y tapamos con el resto de las verduras.





Introducimos en horno precalentado a 200º por espacio de 15 a 20 minutos. (¡¡Ojo!!, eso si ponemos el pescado entero, cómo he hecho yo. En caso de que sea en lomos, o filetes, hay que reducir el tiempo en 5 minutos).







Se puede servir acompañado de patatas asadas y cortadas en láminas gruesas. Pero, eso ya es opcional.




Espero que lo disfrutéis.

A mí, me transporta a mi pasado más feliz. Por eso me gusta tanto este plato.