viernes, 20 de abril de 2018

GUACAMOLE






Hoy "dipeamos" 

Realmente socorrido.

Cómo decía mi madre: "vale lo mismo, para un roto, que para un descosío...".








Y, es verdad.
Mi compadre Manuel, se lo toma para desayunar, cual si mantequilla fuera...

Untado en el pan, para que se "pegue" el jamón de york....

Y por supuesto, en toda reunión de amigos que se precie, no debe faltar.

Típico de la comida mejicana, le guacamole se ha extendido por todo el mundo; aunque, con ligeras variaciones sobre la receta original.

El quiz de la cuestión, es conseguir el sabor perfecto. La mezcla perfecta. Por ello, elegir cuidadosamente los ingredientes es fundamental.

El punto de maduración del aguacate es importante. Los que yo compro, son de la variedad HASS. Ya los conozco, y puedo identificar (más o menos) el grado de maduración. Además, cada vez es más frecuente encontrar aguacates producidos en España. Proceden de la Axarquía malagueña, y de la costa tropical granadina. Así es que, todo queda en casa.

Otra cosa: la herramienta de trabajo.
El tenedor.
Mejor que la batidora de mano. Salvo para determinadas recetas, en las que quieras conseguir una "crema, cremosa", el guacamole típico se hace aplastando el fruto con un tenedor. Así queda más grueso, y quedan trocitos de aguacate sin espachurrar...

Bueno, así lo hago yo:




GUACAMOLE

INGREDIENTES (4 – 6 pax)

·     2 aguacates maduros
·    ½ tomate rallado
·    ½ cebolleta rallada
·    Zumo de lima (al gusto)
·   1 chile rojo fresco, o 1 guindilla cayena (opcional)
·   Sal



PREPARACIÓN:

Para conocer el punto de maduración de un aguacate, nos tenemos que fijar en el color de la piel, que deberá ser marrón oscuro, casi negro, y además en el botón resto del pedúnculo que le unía al árbol. Al quitar con el dedo ese “botón”, el hueco que hay debajo tiene que ser de color amarillo. Si es verde, el fruto está duro; y si es marrón, está pasado.



Cortamos el fruto en sentido longitudinal, introduciendo la hoja del cuchillo hasta llegar a la semilla. Seguimos el corte a lo largo y todo alrededor.
Para separar las dos mitades, las giramos una al contrario de la otra.
Trabajaremos primero la mitad sin semilla. La otra, la envolvemos con film transparente para evitar que se oxide.
Extraemos la pulpa con una cuchara y la echamos en una ensaladera o bol amplio.
Rociamos con unas gotas de zumo de lima, y aplastamos con un tenedor. (Hay quien utiliza un mortero para realizar la operación). No importa dejar algún trocito de aguacate sin espachurrar.







Una vez hecho esto, quitamos la semilla de la otra mitad del aguacate.
Para eso, clavamos con fuerza la hoja del cuchillo y tiramos de la pipa.
Procedemos igualmente, a aplastar la pulpa.









Finalizado el proceso, rallamos la pulpa de medio tomate, al que previamente hemos eliminado las semillas.
Hacemos lo propio con la cebolleta.
Eliminamos las semillas del chile, y lo picamos muy finamente.
Mezclamos muy bien todos los ingredientes.
Rectificamos el punto de sal y el de lima.








Servimos en un cuenco con la semilla del fruto en el centro.











NOTA: Se conserva durante un par de días en el refrigerador. Para ello, dejaremos la semilla sobre el guacamole, tapado con un film transparente en contacto con el puré, y en un recipiente cerrado herméticamente.










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