Cuando mi tita Amelia me comunicó que iba a ser mamá, y que yo sería la madrina de su bebé, estaba perpetuando una relación con ella que durará para el resto de mi vida.
Alguien que llega a tu mundo, cuando eres tú misma otro bebé, que te quiere, te cuida, te educa, te mima....; que es "algo más" ....
Y, sí. Soy la Madrina de su hija mayor...., y madrina "in pectore" de sus hijas menores.
Mi madre y su prima. Que fueron primas del alma, que se profesaban un cariño inconmensurable, por encima de muchas cosas. Que han sido hasta el final de sus días, la una para la otra..., a pesar de su diferencia en edad...., que han sido hermanas, con un amor más que de hermanas....
Mi "Tita Mela", ha procurado así mismo, mantener esa relación entre sus hijas y yo, de tal manera, que nunca me he visto excluida de aquellas celebraciones íntimas y sencillas en las que solo ha participado el círculo familiar más cercano, más estricto: Nada de tíos, nada de primos...., pero Conchita que no falte....
Y ahora, Conchita y familia.
Por eso, cuando una de mis ahijadas "in pectore", me informa que su hijo tomará la Primera Comunión tal día, y que comerán en casa, y que cuentan conmigo...., ¿qué creíais que iba a hacer?.
Pues ocupar, por un momento, ese hueco que tienen encomendado las madrinas. Y echar una mano a mi ahijada, cómo su madre lo hubiera hecho. Con todo mi amor, y todo mi cariño.
No voy a poner las recetas, sólo los enlaces, porque todo está escrito...
Comentaros, que la tarta lleva el bizcocho de la Selva Negra (aquí), y dos capas, una con trufa y mermelada de cereza y otra muy fina con nata.
Para el colocar el escudo, fundí chocolate blanco, ya que la hoja de papel de azúcar no se puede colocar sobre nata.
En lugar de las típicas virutas de chocolate, pulvericé los recortes de bizcocho, y los utilicé para cubrir la nata.
Para terminar, no pude resistir la tentación de hacer unos mini cupcakes de pistacho con la receta del bizcocho de la tarta Annapurna (aquí). Los rematé con una crema de mascarpone y quark a partes iguales, un par de cucharadas de azúcar glacé, y otro par de cucharadas de frambuesa liofilizada y pulverizada.
Deciros, que pasaron con éxito el control de calidad Irlandés....jijiji
LA ANÉCDOTA: Después de prepararse una base de chocolate blanco al muñequito, ¡¡¡ se me olvidó ponérselo a la tarta.....!!!
(Lo digo en letra pequeña para que no se vea...., fiu, fiu, fiu...)
¡¡Qué bien lo pasamos!!
Jope Cochita ¡¡ que narración más bonita ¡
ResponderEliminarNo que decir tiene que te saliste que estaban buenisimass
Te queremos ¡¡
Besos de toda la familia
Mi madre decía que la cocina es amor. Y si cocinas para tu familia, el amor se multiplica por 1000.
EliminarYa sabes, lo he hecho de "Mil amores".
Yo también os quiero.
¡Muchas gracias Conchita! Pues a mí me has hecho llorar de la emoción, un lunes por la mañana así sin más... ¡Qué bonito lo que dices! Me encanta que tengas un recuerdo tan bonito de mi madre y de la relación tan especial que tenía con la tuya y contigo. ¡Y lo mismo de la relación de madrina 'in pectore'!
ResponderEliminarLos pasteles deliciosos y la tarta riquísima, ¡no quedaron ni las migas!
El muñequito ya forma parte de la decoración de la habitación de Ian, que se comió la base de a pocos, como si fuera un tesoro que hay que ir gastando despacito para disfrutarlo mejor.
Me alegra mucho, y me enorgullece teneros como familia. Sois estupendos, (además de guapísimos, todos).
EliminarOs quiero un montón.
Faltaba yo por comentar madrina in pectore, jejeje... Pasamos un día estupendo en familia, gracias por estar siempre dispuesta a compartir los momentos importantes con nosotros. Disfrute especialmente con la simpatia de Luis. Besosss
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