martes, 13 de diciembre de 2016

SOPA DE CEBOLLA A LA FRANCESA , para hacerte llorar

Literalmente.

Salvo que compréis un par de paquetitos de cebolla, de los que viene ya en cubitos, vais a llorar de lo lindo....

Solo dos cosas me funcionan para evitar el lagrimeo, y la irritación ocular:
  1. Un cuchillo perfectamente afilado.
  2. Tener las manos mojadas mientras la pico.







También podéis comprar unas gafas de éste modelito..., de lo más apropiado para el caso....








Ingrediente imprescindible en todas nuestras cocinas, con las diferentes variedades que existen, tenemos a nuestra disposición la "cebolla perfecta" para cada elaboración:
  • Cebolla blanca
  • Cebolla amarilla
  • Cebolla roja.
  • Chalota.
  • Cippolini....
En la receta que nos ocupa, hay multitud de opiniones.
Hay quien prefiere utilizar cebollas dulces (tipo la amarilla española), y hay quien prefiere utilizar una con más...potencia (cebolla roja).

La sopa de cebolla francesa ha evolucionado.
De ser un recurso básico para culminar una noche de cuchipanda... (Alejandro Dumas dijo de ésta sopa, que "era muy querida por los cazadores, gente de mala vida, y venerada por los borrachos..."), pasó a ser un plato fijo en todo Bistrôt que se precie.... Y algo tan emblemático en la cocina francesa, cómo la mantequilla.

Digo que ha evolucionado, porque un sorbo caliente que te "recupere" (del frío, o de la melopea), debe ser contundente. Y ahora veo, que  hay multitud de recetarios que opinan que se debe cocinar con cebollas dulces....
Se suaviza mucho el sabor, claro. Hasta se le da un toque más "Chic". Pero la esencia de la sopa, tiene que ser más bravía. Y eso se consigue con un tipo de cebolla de sabor más recio...

Nunca me ha molestado el picante, ni siquiera el de la cebolla. Así que, desde mi juventud, he sido una forofa de ésta sopa.
Cocinada de mil maneras, y con toques personales de los distintos hacedores, ¡siempre me ha encantado!.

El sabor maravilloso de ésta receta, solo se consigue dando mucha, pero que mucha coba al rehogado del ingrediente estrella con la mantequilla. Elemento, por otra parte, imprescindible que le da a la sopa ese "toque" francés.
Lo suyo, es que tardemos cerca de 1 hora en el pochado; y otros 30, o 40 minutos (minuto arriba, abajo) en el cocimiento.



Para la base principal he seguido el consejo de David de Jorge, y he empleado varios tipos de Allium. También he sustituido la harina que se suele utilizar para engordar la sopa, por unas rebanadas de pan (Sin gluten, claro). Y, ¡cómo no!, la he servido en unas bonitas soperas "de cabeza de león".
¡¡ Más típico imposible !!.








Mi hijo, que ha vuelto de París la semana pasada, no ha podido resistirse a ésta 

SOPA DE CEBOLLA CLÁSICA
(Soupe a l´oignon)

INGREDIENTES para 4/ 6 pax

  • ½ kg de cebolla morada cortada en plumas finas
  • 5 Chalotas cortadas como las cebollas
  • 1-2 puerros cortados en rodajas finas
  • 2-3 ajos muy picados




  • Pimienta cayena (opcional)
  • Aceite Oliva Virgen Extra
  • 1 cucharada de mantequilla.
  • Hojas de tomillo para aromatizar.
  • Sal y pimienta
  • Rebanadas de pan del día anterior tostadas
  • 1 copa de buen coñac, o buen brandy
  • Caldo  de 2 a 3 l. (De nuestro puchero, o en su defecto, de pastilla)
  • Queso tierno bien rallado (Puede ser de cualquier tipo)
PREPARACIÓN




Se pone a calentar el aceite en una cacerola profunda.








Añadimos las verduras y la cayena si la utilizamos.
Salpimentamos e incorporamos una cucharada de mantequilla.
Con el fuego alto, removemos bien y dejamos que las verduras tomen color..
Echamos también las hojas de tomillo. 




A los 5 minutos, bajamos el fuego y dejamos pochar lentamente. Serán, más o menos, 25 minutos.

Una vez bien pochadas las verduras, añadiremos un tozo de pan cortado en lascas, o desmigado. (La receta clásica francesa, lleva una cucharada de harina).

El pan dará cuerpo a la sopa.
Si en éste punto, observamos que falta grasa, añadiremos un poquito de aceite de oliva, o de mantequilla. 




También incorporamos la copa de coñac o brandy.
Removemos bien. Con el líquido, el pan se reblandece un poco más, y se integra totalmente con las verduras.



Es el momento de añadir el caldo. Hay que tenerlo caliente.

La cantidad de caldo es discrecional. Estará sujeta, al número de comensales y al espesor que deseemos en nuestra sopa.





Una vez añadido el caldo, dejamos que suba el hervor antes de rectificar el punto de sal.
Tapamos nuestra cacerola dejando una rendija para que evapore un poco el caldo, y cocemos durante otros 20 minutos.


Finalizada la cocción, repartimos la sopa en soperas o cazuelas individuales que sean refractarias, porque hay que dar un golpe de horno.

“Tapamos” los caldos con rebanadas de pan .Pueden ser tostadas, o no. Se pueden frotar con ajo, o no. Al gusto.





Cubrimos las rebanadas de pan con abundante queso tierno rallado. (Puede ser cualquier queso, pero uno de oveja, le va mejor).
Gratinamos unos minutos a 250º







Et voilà!




Bon Appétit!!











   




No hay comentarios:

Publicar un comentario