lunes, 17 de julio de 2017

CARLOTA DE PIÑA




Éste postre llamado Charlotte originalmente, surgió en la Inglaterra del s. XVIII, y fue creado en honor a la esposa del rey Jorge III, Carlota Sofía de Mecklemburgo Strelitz.





Se realizaba con mermelada de frutas, que se horneaba en un molde revestido de rebanadas de pan con mantequilla. Se servía desmoldado y tibio, y lo acompañaban de una salsa de crema inglesa.

A principios del siglo XIX, fue un prestigioso cocinero francés quien inventó la versión fría.
Tapizaba un molde con bizcochos empapados en licor o café, y lo rellenaba con una bavaroise, o con crema chantilly. Después la dejaba enfriar, incluso helar.

También hubo cambio de nombre: "Charlotte rusa"

El pastel, se volcaba sobre una bandeja, y quedaban a la vista los bizcochos....

Así la hacía mi madre.
Yo le he dado el toque actual.





No cabe duda que, la aparición de los moldes desmontables, ha hecho que la presentación de éste postre haya evolucionado. Resulta mucho más vistoso, y el acabado es más perfecto.






Se puede hacer con bizcochos de soletilla caseros (aquí), o con las típicas barritas de vainilla, más crujientes. Estas últimas, visualmente son más perfectas; pero a mí no me hacen tanta gracia para éste postre. Son duras, y la Carlota queda mucho mejor con un bizcocho blandito. No obstante, para gusto, los colores.....
Además, hacer una plancha de bizcocho no se tarda nada, luego se cortan rectángulos del tamaño deseado, y se forra el molde....¡ya está!

En cuestión de 15 días, he hecho dos Carlotas
Una para el cumpleaños de mi cuñada, La otra, la de ayer, para el cumpleaños de mi maridín.

Aquí os dejo la receta... Es un postre ideal para éste tiempo de calores...

CARLOTA DE PIÑA

INGREDIENTES:
·         1 bote grande de piña en su jugo (de la mejor calidad)
·         ½ l. de nata para montar (mínimo 35% M.G.)
·         50 gr. de frutas escarchadas
·         Bizcochos de soletilla (alrededor de 20 uds, más un disco para la base)
·         4 cucharadas soperas rasas, de leche en polvo (Para estabilizar la nata).
·         3 cucharadas soperas colmadas, de azúcar glacé
·         1 sobre de gelatina vegetal (AGAR AGAR)
·         2 cucharaditas de Kirsch (opcional)


PREPARACIÓN: 





Preparamos los bizcochos de soletilla y la base, según la receta.
Mejor hacerlos la tarde anterior o por la mañana, si vamos a montar la tarta por la tarde.








Ponemos a escurrir las rodajas de piña. Troceamos las frutas escarchadas y las remojamos durante un buen rato en parte del jugo de la piña y el kirsch.
Picamos la piña en trocitos regulares, y los juntamos con la fruta escarchada una vez escurrida. Reservamos la fruta por un lado, y el líquido por otro.









Recortamos la base del bizcocho del tamaño del molde que vayamos a utilizar (el mío es de 22 cm., pero lo ideal, es que sea de 18 o 20).










Ponemos el disco en la bandeja de presentación, ajustamos el aro y colocamos las soletillas alrededor. Si se solapan un cm, no se caerán cuando se quite el aro. Le cortaremos uno de los extremos para que asienten bien sobre la base.





Montamos la nata bien fría en la batidora, con el bol y las varillas también muy frías. Añadimos la leche en polvo y comenzamos a batir. Incorporamos las cucharadas de azúcar glacé, y batimos estando pendientes del proceso. Cuando se vea que la nata toma ligero color cremoso, y hace surcos, ya está montada. (Si seguimos batiendo podemos hacer mantequilla…, jajaja).





NOTA: Siempre que utilizo nata para un relleno, o para una decoración que requiera larga duración, utilizo leche en polvo y azúcar glacé para montar la nata.





Éstos dos ingredientes, suelen llevar estabilizantes para evitar que se apelmacen durante su almacenamiento. Ahora hay productos que se pueden comprar (“NATAFIX”, de Dr. Öeker; o “San-Apart” de Küchle). Y, por supuesto, utilizo una nata con alto contenido en M.G. La de hoy tiene 38%).

Seguimos.
Repartimos unas cucharadas de trocitos de fruta sobre la base. Eso le da jugosidad al bizcocho y así no hace falta calarlo con almíbar, u otros líquidos.
El resto de la fruta se lo incorporamos a la nata montada. Mezclamos con cuidado para que se reparta bien.
Rellenamos el molde revestido de bizcochos. Alisamos muy bien la superficie y llevamos a la nevera a enfriar.

Mientras la Carlota se enfría, ponemos el jugo de la piña con el kirsch en un cacillo. Si vemos que es poca cantidad, se le puede añadir zumo de cítricos (naranja y lima, sobre todo). Añadimos el sobre de gelificante y removemos bien para evitar los grumos. Calentamos, dejamos que alcance la ebullición y mantenemos la cocción durante 2 minutos. Retiramos del fuego, y dejamos enfriar a temperatura ambiente.




Cuando el jugo se esté empezando a coagular, lo repartiremos con cuidado sobre la superficie de la Carlota. Dejamos enfriar la tarta, al menos durante 4 horas. O mejor, toda la noche.






Por la mañana, se retira el aro con cuidado y se termina la decoración al gusto de cada cual.








NOTA: El uso del lazo, es puro impacto visual. Como dije, si se solapan mínimamente las soletillas, no se van a caer.












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