domingo, 19 de octubre de 2014

CUANDO LLEGUE SEPTIEMBRE....

No me refiero a la encantadora película de  Rock Hudson y Gina Lollobrígida...

Cuando llega septiembre, llegan muchas frutas estupendas. No hay que dejar pasar la oportunidad de disfrutarlas:
Uvas, deliciosas.
Melocotones gordos y dulces.
Higos superiores....
...Mangos...







Pero mangos hay todo el año...; por lo menos, SE VEN durante todo el año.






Igual que se ven durante todo el año, tipos de fruta fuera de su temporada habitual. Invernaderos, e importaciones, nos proporcionan las distintas variedades para que nunca falten en nuestra mesa.

Pero, que no nos quepa duda. No hay cómo los productos de temporada. 
Cada país, cada región; tiene SUS propios productos de temporada.

"Kiwis de Nueva Zelanda".
Comprar "kiwis de Nueva Zelanda " en España, es comprar un fruto, duro como una piedra, capaz de matar a alguien, si se lo arrojamos a la cabeza..., y que hay que dejar fuera de la nevera para que, al cabo de 6-7 días, te lo puedas comer, medianamente en su "punto".
Pero, ¿cual es "su" punto?
Cuando los españoles "descubrimos" los kiwis, sabían a una mezcla de fresa/plátano,  se comían durante el verano y resultaban exquisitos.

No he vuelto a comer un kiwi cómo los de "antes".....

Pues pasa lo mismo con los mangos. (Y con muchas otras frutas tropicales).
Estamos acostrumbrados a ver mangos procedentes de Brasil durante todo el año, ya que, es el tercer fruto tropical más cultivado e importado a nivel mundial, después del plátano y la piña tropical. 

España produce mangos, en Canarias y en el Sudeste Peninsular, (zona de Málaga)

Precisamente de Málaga son los mangos que más nos gustan en casa.
En realidad, cualquier "mango nacional" está exquisito. 




De Málaga traen a Mercamadrid, mangos de la variedad "sensación", que son pequeños. Algunos, tan pequeños como una naranja, o una manzana. Con lo cual, te puedes comer un mango TÚ solo, sin tener que compartirlo con nadie.....(jejeje).




Comprar directamente en Mercamadrid, tiene una ventaja: lo mejor, y más fresco. Y un inconveniente: se compra al "por mayor"....

10 kg. de mango en una casa, dan para mucho....!!!
La verdad. Comprar 10 kg. de mango es para poder hacer mermelada al montón..., y los que sobren, comerlos de postre...

Mi marido, que vivió en Canarias durante algunos años, conocía los mangos de allí. Él fue quien me "inició" en ésto de comer mango.
Mi primera reacción, fue de rechazo... (no de: "¡puaf!"; pero sí de. "¡uugg, qué raro sabe...!".)
"¿No te gusta?, ¡ si está riquísimo!"
Así es que, cuando trajo la primera caja...., no tuve más remedio que seguir probando, y probando..., y hasta ahora... ("Mamá, ¡ si antes no te gustaban los mangos...!")

Pero que conste: Espero que llegue septiembre....


MERMELADA DE MANGO

Ingredientes

  • 1 kg de mango limpio y troceado
  • ½ kg. de azúcar
  • El zumo de ½ limón

Preparación

Poner a macerar el mango con el azúcar, al menos 8 horas. Mejor directamente en la cacerola dónde se vaya a cocer; pero teniendo en cuenta, que ha de ser de material inalterable.
Pasado ese tiempo, añadir el zumo de ½ limón y poner a cocer a fuego elevado. Remover de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo.
Según se va reblandeciendo la fruta, aplastar con una espumadera o un “aplasta-patatas”.
Cuando haya reducido la cocción, y veamos que la fruta está casi deshecha; tenemos dos opciones:
a)      Seguir aplastando con nuestro “espachurrapatatas”, hasta el punto de mermelada.
b)      Retirar del fuego, dejar templar un poco,  pasar la batidora de mano, y triturar la fruta hasta dejar lisita y suave.
Yo particularmente, prefiero el plan b).
Otras mermeladas me gustan algo más “toscas”; pero con ésta, me pasa lo contrario. Así es que, trituro y trituro, hasta dejar un puré suave.
Después, continúo la cocción, hasta llegar al punto de mermelada, 104º C

Con el mango, yo llego hasta los 100º C en un termómetro de azúcar. Para mí es suficiente.
No todas las mermeladas no coagulan igual. Depende del tipo de fruta. Hay que tener cuidado con la cocción. Si nos pasamos, se cristaliza el azúcar, pues ya se ha eliminado toda el agua que contiene la fruta. Hacemos un “caramelo”. En cambio, si no llegamos, corremos el riesgo de que nos fermente la fruta, y no se conserve correctamente.
Hay varios trucos para conocer si la mermelada está en el punto ideal:
  1. Verter una cucharada de mermelada en un platito que hayamos enfriado en el congelador. Si se coagula en el momento, esto es: ponemos el plato de canto y la mermelada NO escurre; y empujamos con un dedo, y se “arruga”… Está lista.
  2. Con la cuchara de palo, o espátula de madera que hayamos utilizado para remover durante la cocción. Coger una cucharada, volcar, y dejar deslizar la mermelada hasta que solo caigan gotas. La tercera gota, debe quedar “colgando” de la cuchara sin caer
Llegado éste momento, embotamos en tarros de cristal previamente lavados y esterilizados. Cerramos bien, y volcamos sobre un paño húmedo; así se obtiene el vacío. Dejamos enfriar durante 24 horas. Para mayor seguridad, esterilizamos los frascos al baño María durante 30 minutos.
Enfriamos, etiquetamos, y almacenamos.
Si queremos hacer algún regalito, le ponemos un sombrerito de tela, o papel al frasco y lo sujetamos con un lacito de rafia.


¡ Listo!



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