Las naranjas eran grandes o pequeñas, arrugadas o lisas, con la piel gruesa o fina, dulces o ácidas, con pipas, muchas pipas, o casi ninguna pipa, de color "naranja" o de color rojizo....
Hoy en día, las naranjas son todas del mismo tamaño, con piel lisa y encerada, raramente sale alguna ácida, casi ninguna tiene semillas, y te venden por un lado las "naranjas" y por otro las "rojizas"...
Precisamente, yo había comido las naranjas sanguinas, las "rojizas", y entonces tenían unas semillas muy grandes y la piel muy basta. Casi siempre se empleaban para zumo..., por lo menos, en mi casa.
¡Dios mío!, 2´50€ el kilo me costaron el otro día....
Claro que, todas del mismo tamaño, lisitas y brillantes, sin semillas y con la piel ni muy fina, ni muy gruesa....
Pero, es que tenía un capricho: hacer mermelada con naranjas sanguinas.
¡Ya tenía yo, mucha ansia de mermelada de naranja!.
El toque amargo, se lo he dado dejando la piel.
En el caso que nos ocupa, las naranjas sanguinas que compré, salieron con la piel algo más gruesa de lo que me gusta, por eso, las pelé todas. Por otro lado, quería hacer por lo menos, 2 kg de fruta, así es que, completé el peso con naranjas de zumo. Éstas últimas, tenían la piel muy fina, y fueron con ella a la cazuela....
Esta forma de hacer la mermelada, es bastante más rápido que si la hacemos al estilo de la MERMELADA INGLESA DE NARANJA.
Además, por hacer algo distinto, la he aromatizado con canela...
¡La próxima vez, le echaré chocolate!, jejeje
¡¡Vamos a ello!!
Cocemos todo a fuego medio aproximadamente una hora. Iremos
cortando la naranja con el borde de una espumadera, o cuchara de madera. No la
dejaremos demasiado espesa porque, al enfriarse, se espesa más. (Si se dispone
de termómetro de azúcar, debe llegar a 104 – 105º).
¡Ya tenía yo, mucha ansia de mermelada de naranja!.
El toque amargo, se lo he dado dejando la piel.
En el caso que nos ocupa, las naranjas sanguinas que compré, salieron con la piel algo más gruesa de lo que me gusta, por eso, las pelé todas. Por otro lado, quería hacer por lo menos, 2 kg de fruta, así es que, completé el peso con naranjas de zumo. Éstas últimas, tenían la piel muy fina, y fueron con ella a la cazuela....
Esta forma de hacer la mermelada, es bastante más rápido que si la hacemos al estilo de la MERMELADA INGLESA DE NARANJA.
Además, por hacer algo distinto, la he aromatizado con canela...
¡La próxima vez, le echaré chocolate!, jejeje
¡¡Vamos a ello!!
MERMELADA DE NARANJAS SANGUINAS
AL
AROMA DE CANELA
· 1
y ½ kg de naranjas de la variedad SANGUINA
· ½
kg de naranjas de piel fina (las de zumo pueden servir)
· 2
limones
· 1
kg de azúcar
· Agua
PREPARACIÓN:
Lavamos muy bien las naranjas y los limones.
Las naranjas sanguinas pueden tener la piel
más gruesa, así es que, las pelamos todas.
Al resto de naranjas, y a los limones le
dejamos la piel.
Cortamos la fruta en rodajas muy finas.
Si encontramos semillas, las guardaremos en
un vasito cubiertas de agua. Nos darán el aporte de pectina necesario para
espesar la mermelada.
Ponemos la fruta en un recipiente grande y
cubrimos con agua. Dejamos reposar en un lugar fresco durante 12 horas. Yo las
dejo toda de un día para otro.
Una vez pasado el tiempo, escurrimos el agua
del recipiente a la cacerola dónde vamos a preparar la mermelada.
Añadimos el kilo de azúcar, y ponemos a
calentar. Removemos con una cuchara de madera para disolver el azúcar por
completo.
Antes de incorporar la fruta, dejaremos cocer
unos minutos hasta hacer un almíbar.
Hacemos un atadillo con las semillas dentro
de una gasa, y las echamos a la cacerola.
Un truco para saber si la
mermelada está a punto y no tenemos termómetro de azúcar, es echar una cucharada de mermelada en un
platito que hemos dejado enfriar. Lo llevamos otra vez al frío, y pasados unos
minutos comprobamos: si no escurre fácilmente por el plato, y al hacer
un surco con una cucharilla, se queda “el caminito”, la mermelada está en su
punto.
Si nos gusta aún más fina, se le puede dar un “toque de batidora”.
A mí no me importa encontrar trocitos de piel, de vez en cuando.
Justo un minuto o dos antes de retirar del fuego, echamos los
palos de canela, para que infusione. Apagamos el fuego.
Ya tendremos los tarros preparados, esterilizados previamente, y
con un palito de canela dentro.
Vertemos la mermelada bien caliente, procurando no manchar los
bordes (utilizaremos un embudo especial para mermeladas, o una jarra). Cerramos
muy bien y los pondremos boca abajo para que hagan el vacío.
Dejaremos enfriar 24 h. en esa posición. Después, si queremos que
nos dure más tiempo. Esterilizaremos de nuevo los tarros, poniéndolos en una
olla tapados con agua, dejando hervir durante 20-30 minutos.
Cuando estén fríos, etiquetar y almacenar en lugar fresco y seco.
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