domingo, 28 de febrero de 2016

SOPA CASTELLANA

.SOPA CASTELLANA..., SOPAS DE AJO...

¡Éste es un buen momento!.


Nevadas como la de Segovia, el pasado viernes, invitan a quedarse a resguardo del frío y tomarse ese caldito caliente que tenemos reservado para las grandes ocasiones.

En vuestra mano está, ahora que sabéis preparar ese caldo insuperable, disfrutar de una de las sopas más típicas que tenemos en España:
La SOPA CASTELLANA.

Y es que, el frío invierno está para disfrutar de esas comidas de cuchara tan fantásticas que tenemos aquí.

De inicio humilde; la sopa Castellana, o sopa de ajo, ha pasado a ser todo un lujo en nuestra mesa. Yo, hasta la he incluido en menús Navideños, cuando he querido huir de sofisticaciones.

Hoy os enseño cómo la preparo yo; así es que, ¡manos a la obra, mis cocinillas!.

Vamos a necesitar:


INGREDIENTES (por persona)
  • Pan cortado en lascas. (Mejor si es de dos o tres días antes)
  • 1 o 2 dientes de ajo
  • 1 tazón de caldo (De cocido, verduras, jamón…)
  • 1 pizca de pimentón dulce (la punta de un cuchillo)
  • 1 loncha de jamón serrano (opcional)
  • AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
PREPARACIÓN





Ponemos una sartén a calentar con el fondo de aceite y los ajos cortados. 










Estaremos pendientes de que no se nos quemen; es a gusto del consumidor si los queréis dejar en la sopa. Yo los elimino.





Reducimos la potencia del fuego, o retiramos la sartén de la lumbre, para incorporar el pimentón. Hay que hacerlo así para que no se queme y se vuelva marrón.
NOTA: Siento no poner foto del momento en que se se rehoga el pimentón. Hay que hacerlo muy rápido, y una servidora no tiene el don de la ubicuidad... (¡vamos, que mover la cuchara de palo y hacer foto a la vez, no puedo...!). 



Incorporamos las lascas de pan y rehogamos para que se tomen del aceite con el pimentón.











Además, es el momento de añadir la loncha de jamón troceada, si hemos decidido incluirla en nuestra sopa.










Rehogamos todo un poco más y añadimos el tazón de caldo.
Subimos la potencia de la lumbre para que el caldo se caliente rápido.







Por último, echamos el huevo y dejamos que se cuaje.























Serviremos cuando el huevo esté listo



(Lo ideal, es que se cuaje la clara y la yema quede blandita)

Como veis, ingredientes básicos, y deseos de comer bien es lo único que necesitamos.


¡¡Hasta otro día, mis cocinillas!!











domingo, 21 de febrero de 2016

CALDO PARA SOPA ( dos recetas en una), SEGUNDA PARTE


Bien. Ya tenemos nuestro CALDO PARA SOPA preparado.

¿Qué hacemos con los componentes de ése caldo?. ¿los vamos a tirar?...
¡¡ Por supuesto que no ...!!









Primero sacamos los huesos y el pollo a un platito aparte.

Luego colaremos ese caldo a una cacerola nueva.
Dejamos que se enfríe, y la llevamos al refrigerador para que duerma allí... 




Al día siguiente, en la superficie habrá una capa de grasilla que habrá que eliminar ¡Ipso facto!

(Claro, estoy dando por hecho, que estamos cocinando por la tarde noche...)





Pero, hoy vamos a cenar (o comer, si es a medio día), un buen puré de verduras al que añadiremos el pollo picadito y un huevo cocido.









¿Qué os parece?. ¡¡ Buena pinta !!, ¿no?






Al día siguiente, nada más sacar el caldo de la nevera. 







Tendrá una capa de grasilla solidificada. En éste caso, muy poca, solo la resultante del hueso de jamón. Aún así, la quitaremos.



Para ello, usaremos un colador y una servilleta de papel. Se quedará ahí la grasa, dejando nuestro caldo limpio y dispuesto para hacernos unas sopas fantásticas, o añadírselo a un buen risotto...









¡¡ Qué !!, 

¡¡Y lo habréis hecho vosotros...!!





¡Hasta otro día, mis cocinillas!





CALDO PARA SOPA, (dos recetas en una...) PRIMERA PARTE

No voy a descubrir nada nuevo.

En cada casa hay un modo único de hacer caldo. Un caldo para luego poder tener un fondo para nuestras sopas.

A mis cocinillas independizados, más de una vez les puede sacar de un apuro.
Aunque, existan en el mercado sustitutivos de un caldo "casero",  todos llevan algo de lo que no conviene abusar. Léase: glutamatos, y aceites de palma (rico en grasas saturadas).
Cómo digo, para casos de urgencia, siempre se puede disponer de "pastillas", o bricks; pero, no cuesta nada hacerse uno mismo ese caldo, y además, a la vez que lo preparas, tendrás otra comida extra...

Me figuro que, pocos dispondréis de una olla exprés (Invento imprescindible en mi cocina). Así es que, lo haremos a la "antigua". Tardaremos un poco más, pero el resultado es el mismo....

Vamos a necesitar verduras frescas.


Si no tenéis la suerte de vivir cerca de un Mercado grande, ni hay verdulería en vuestro barrio, en los supermercados hay bandejas preparadas con lo más habitual.

INGREDIENTES BÁSICOS:
  • 1 puerro
  • 1 zanahoria
  • 1 nabo mediano
  • 1 patata regular
  • 1 rama de apio pequeña
  • Otras verduras de hoja (opcional), yo utilicé un trozo de repollo tierno




Además, si queréis darle más sabor, lo que nuestras abuelas llamaban "sustancia", le añadiremos:



  • 1 hueso de ternera
  • 1 hueso de jamón
  • 1 muslo (contra muslo, o 1/2 pechuga) de pollo.
Y, por supuesto, no nos olvidaremos de la "gracia": ACEITE de OLIVA, y SAL.

Comenzamos pelando y lavando el puerro, la zanahoria, el nabo, el apio, y la patata.



Del puerro quitaremos la capa exterior; y ¡ojo!, la parte verde NO- SE- TIRA. Se corta ese trozo, suprimimos lo más feo, se corta a lo largo, y se lava bien al chorro de agua para eliminar las posibles arenillas (de otro modo, se arruinaría nuestra preparación).



Es un error muy extendido quitarle las hojas verdes al puerro. Hay platos dónde, el color "verde" no se debe ver (una vichyssoise, por ejemplo), eso no significa que no sea comestible. Es una parte más dura, eso sí, pero fantástica para los caldos...






El bulbo lo  hacemos rodajitas.











Las demás verduras las cortamos en cubitos. (Así tardarán menos en cocerse)









Quitamos la hoja exterior del repollo (puede tener arenilla), picamos y lavamos el resto.








Introducimos todas las verduras picadas en una cacerola grande y honda.







Si hemos decidido incorporar "sabor" a nuestro caldo, lavamos los huesos de ternera y jamón y, ayudados de una servilleta de papel, quitamos la piel del pollo, que es lo que tiene más grasa

(Con la servilleta tiramos de la piel sin que nos resbalen los dedos)






¡¡A la olla con ellos...!!.

Cubrimos bien de agua y, por último, un chorreón de aceite de oliva y un puñadito de SAL GORDA.







(SECRETO: utilizad sal marina para guisar. Menos cantidad, más salud...).








Tapamos la cazuela, y dejamos cocer a fuego lento, moderado, alrededor de 1 hora....








Pasado ese tiempo....



...¡ Eso lo cuento en un momento!....















domingo, 14 de febrero de 2016

"COCINILLAS"

"Está hecho un cocinillas"

Es lo que decimos de nuestros hijos/as, que se preparan (o nos preparan) la comida.

A ellos, que están fuera de casa (por estudios, o por trabajo), les dedico éste apartado.
Serán recetas fáciles de preparar. Rápidas y sanas

No serán "las de mamá", pero les ayudarán a sobrevivir lejos de nosotras...

Espero que os guste ...!

TIEMPOS DE BACALAO

Sí.

Parece que hay unas temporadas en las que el bacalao invade todos los puestos del mercado.

Habitualmente lo encontramos en las tiendas de ultramarinos,  junto a las legumbres y los encurtidos .
Pero, cuando llega el tiempo de Cuaresma, hay muchos más sitios dónde elegir.

Los pueblos españoles que lindan con la frontera portuguesa, siempre han estado bien abastecidos de éste salazón. No hay que olvidar que, el bacalao forma parte de la tradición culinaria de nuestros vecinos; que tienen más de 365 formas distintas de cocinarlo...

Tengo preparadas un par de recetillas con bacalao, a cual más rica....

De momento, os dejo esta foto 



GUÍA DE LOS PRINCIPALES PESCADOS, MOLUSCOS Y CRUSTÁCEOS
COMERCIALIZADOS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

sábado, 13 de febrero de 2016

CHARLOTA DE FRESA (Variación de la "Charlotte Royal")

Ante todo, pedir disculpas...
Llevo toda la semana batallando con un problemilla de tipo informático que me trae de cabeza.
En mi desconocimiento del medio, he debido tocar algún botón "raro" y, a la hora de compartir las entradas con las redes sociales, no sale correctamente la foto del post y hay que hacer "trampa".
Prometo arreglarlo pronto...

A causa de dicho contratiempo, no he podido subir hasta hoy, la receta que tenía preparada para sorprender a vuestro enamorado, o vuestra enamorada en el día de San Valentín.

Creo que eso no es óbice, puesto que, si estáis verdaderamente enamorados, lo de menos es celebrarlo el día que nos manda el calendario.... (Para eso tenemos el refrán: "Nunca es tarde, si la dicha es buena...")

Un beso, una flor, un "te quiero" a nuestras parejas en cualquier momento del año, sabe mucho más sincero, porque sale del fondo de nuestro corazón.

Tenemos que hacer de nuestra vida un día de San Valentin constante.

Así es que, ¡Ale, a trabajar...!

CHARLOTA DE  FRESA


INGREDIENTES PARA LOS BIZCOCHOS:
  •         5 huevos
  •         150 gr de azúcar
  •         150 gr de harina (puede ser con, o sin glúten)
  •         25 gr de almendra cruda laminada

INGREDIENTES PARA LOS RELLENOS:
  •         1 frasco de 350 gr de mermelada (a ser posible, de fresa)
  •         250 gr de requesón sin azúcar
  •         300 gr de nata para montar (35% M.G.
  •         100 gr. de  azúcar glacé
  •         200 gr de puré de fresas
  •         5 hojas de cola de pescado


PREPARACIÓN:

Lo primero que tenemos que hacer es un rollo de bizcocho relleno de mermelada, para las paredes de la charlota. Para eso, utilizaremos 3 huevos.

Batimos los huevos enteros con 90 gr. de azúcar y un pellizco de sal, hasta dejarlos cremosos (aumentará considerablemente el volumen de los mismos).

Forramos una bandeja pastelera con papel sulfurizado. Mi bandeja tiene aproximadamente 30 x 40 cm.
Una vez bien batidos los huevos, añadir 90 gr de harina tamizada, removiendo suavemente  con una espátula con movimientos envolventes. Después volcar sobre la bandeja y extender bien.
Hornear en horno precalentado durante 12-15 minutos a 175º C.

Mientras tanto, preparamos un paño de algodón, y calentamos un poco la mermelada para que se pueda repartir bien.
Cuando el bizcocho esté cocido (lo sabremos pinchando con un palillo), con cuidado, pasamos la plancha al paño de cocina espolvoreado con azúcar. Así no se nos pegará el bizcocho al paño.


Despegamos el papel y, aún en caliente, repartiremos la mermelada por toda la superficie.
Ahora, ayudándonos con el paño, iremos enrollando poco a poco la plancha de bizcocho, hasta formar un rulo.
Y así, envuelto en el paño, lo dejamos enfriar dentro de la nevera (2 horas está bien)


Mientras se enfría, vamos haciendo otro bizcocho genovés con los 2 huevos restantes.
Seguimos el mismo procedimiento, excepto que, ésta vez utilizaremos un molde redondo, a ser posible del mismo diámetro del cuenco que vamos a utilizar para la charlota. Además, le daremos “un toque de gracia”, al tostar unas láminas de almendras  añadiéndolas en el último momento a la masa.

Una vez horneado, dejaremos enfriar sobre una rejilla (a mí me va muy bien el soporte para grill del microondas ).

PREPARACIÓN DE LA MOUSSE:

Necesitamos 300 gr de fresas. Las lavamos y secamos bien. Le quitamos los rabitos. Reservamos alrededor de 100 gr,  y con el resto, hacemos un puré en la batidora. De ése puré, separamos 3 o 4 cucharadas.
En un bol, batiremos juntos el requesón, con el azúcar glacé y el puré de fresas. Mezclamos hasta que todo quede cremoso.
Hidratamos las hojas de gelatina durante 15 minutos, y las secamos bien.
Montamos la nata hasta que quede en su punto más fuerte. Reservamos.
En un cazo, calentamos suavemente las cucharadas de puré de fresas, que habíamos reservado. Vamos disolviendo las hojas de gelatina, una a una, removiendo bien con unas varillas, sin dejar que hierva en ningún momento.
Una vez disuelta la gelatina, echamos en el cazo, una o dos cucharadas de la crema de requesón y fresa. Así enfriamos poco, a poco el puré con la gelatina. Luego, vertemos todo sobre la crema y removemos bien. A continuación, añadiremos la nata en varias tandas, y removemos hasta que se integre.
Por último, picamos las fresas que hemos reservado al principio, y las incorporamos a la crema.

MONTAJE DE LA CARLOTA





Forramos un bol con film transparente.










Cortamos en rodajas de (+/-) 1 centímetro el rollo de bizcocho, y con ellas, vamos forrando el fondo y  las paredes del bol.











Vertemos la crema preparada con la gelatina y las fresas.







                 Cubrimos con el bizcocho de almendras.




Tapamos con el film sobrante.
Enfriamos en la nevera, un mínimo 4 horas. Mejor de un día para otro.







Pasado ese tiempo, volcamos sobre nuestro plato de servir. Ahora tenemos dos opciones:

              Servir la charlota, tal cual. Con las rodajas de bizcocho a la vista…



  1.        Rematar la faena con una buena cobertura (nata, crema de queso, o, cómo en mi caso:, CREMA DE MANTEQUILLA CON MERENGUE SUIZO y fresas)



Para gusto…., dicen que están los colores…















¡¡ FELÍZ DÍA DE LOS ENAMORADOS !!