lunes, 16 de octubre de 2017

MIGAS EXTREMEÑAS



... Al estilo de la Sierra de Gata...

Y digo al "estilo" porque, cada pueblo, cada zona de Extremadura tiene su versión particular de éste guiso. 







Desde la última entrada, ha cambiado bastante mi vida laboral...
...Es decir, en estos momentos estoy sometida a "otro tipo de estrés"... Me he jubilado. 


Ahora he de aprender a organizar mi vida. Tengo que reorganizar mi vida, más bien.

El primer mes he estado de vacaciones, así es que, aún no me hago a la idea...

Uno de los lugares visitados fue Cáceres.
No tengo perdón de Dios. ¡Que mi madre sea de allí, y yo  haya estado solo un par de veces...!
Bueno, mi madre era nacida en la Sierra de Gata. En el Valle de Jálama...
Dónde a la cebolla le dicen "CEBOLA", "ADEITE", al aceite, "ALLU", al ajo, y a su pueblo le llaman "VALVERDI"...

¡¡Un sitio encantador!!. Rodeado de agua, montañas y prados,...¡¡precioso!!

Uff!
¡Qué nostálgica me estoy poniendo...!

De todos es conocida mi pasión por los cacharros. Yo creo, que esa afición la tengo por mi madre. Ella decía que había que tener una ropa para cada ocasión, y un cacharro para cada fogón.
Yo tengo una sartén para freír huevos, otra para cuajar tortillas, otra para los risottos, una (de las que van siendo más viejas) para freír pescado...
Una olla de barro para guisos de legumbres; asadores de barro de distinto tamaño (según los comensales)...
La olla exprés para las prisas....
Utensilios de madera de boj...
Una cocotte de hierro fundido para "mijoter", etc., etc...


Pero no busquéis la THERMOMIX....

La verdad, para hacer la receta de hoy, las únicas herramientas que hacen falta son una sartén honda, o un caldero (¡lo tengo!, jeje...), y una buena espumadera.

Las MIGAS (extremeñas, manchegas,turolenses, almerienses...), es uno de los platos más extendidos en nuestra cocina. Toma de cada zona su idiosincrasia. Por ello, es uno de los guisos más gustosos que uno puede disfrutar. En cualquier época y lugar.

Aquí, podéis aprender algo más sobre la historia de ellas...

Cómo os digo al principio del post, hago migas extremeñas al estilo de mi madre. Sierragatina, ella.

Mis migas las tomamos como plato único de una comida. No llevan pimientos fritos, y solo el pimentón que sueltan los chorizos y el adobo de la papada (Casero, claro. No puede ser de otro modo).

En mi casa se acompañan con café con leche. Y no es la única casa donde se toman así. En cualquiera de San Martín de Trevejo, o Valverde del Fresno, por ejemplo.
Os aseguro que el café "empuja" tanto o  más que el vino tinto.

Cómo podéis suponer, ésto no se come todos los días. Y para mayor tranquilidad, mejor una vez al año..., que así hace menos daño...


MIGAS EXTREMEÑAS
(Al estilo de la Sierra de Gata)

INGREDIENTES

· Pan de miga dura (harina candeal),preferentemente atrasado de 2 días.
· Papada de cerdo fresca, entreverada y adobada en casa.
·         Chorizos para freír.
·         ½ cabeza de ajos
·         Aceite de Oliva Virgen Extra
·         Agua.

ADOBO DE LA PAPADA:

·         3 o 4 dientes de ajo
·         3 o 4 granos de pimienta negra.
·         Sal
·         Pimentón dulce de la Vera

PREPARACIÓN:


Tres o cuatro días antes de preparar las migas, adobaremos la papada y dejaremos orear para que seque un poco.

Para ello, haremos un machado con ajo, pimienta negra y sal. Cuando sea una pasta fina, añadimos el pimentón dulce de la Vera.





Mezclamos bien y embadurnamos la papada por todos sus lados. Si se quiere, se le puede eliminar la corteza. Yo la quité una vez seca. Dejamos sobre un plato en una zona bien ventilada, y le vamos dando vueltas para que le dé el aire por todas partes.




Día “D”:


Picamos el pan haciendo lonchas finas (igual que para hacer sopas). Las iremos echando en un cuenco grande. Según se vayan cortando, se salpican con agua, para que se humedezcan algo. Una vez picado todo el pan, se tapan las migas con un paño húmedo para que no se resequen, y reservamos hasta la hora de freír.





En una sartén ancha y profunda echaremos AOVE cubriendo bien el fondo. La cantidad necesaria, depende de la cantidad de migas que se hagan, y de la cantidad que echemos de los otros ingredientes.







En ese aceite freímos sin pelar, los dientes de ½ cabeza de ajos. Reservamos.







La papada adobada, que previamente habremos troceado, la freiremos así mismo hasta que suelte toda la grasa. Reservamos también.

Por último, freímos los chorizos. Si son muy grandes, los partimos en varios trozos. Antes de freír, los pinchamos con un palillo para que no se reviente la piel, y al mismo tiempo, suelten la grasa.


Una vez bien fritos los chorizos, se reservan también.

Es el momento de freír las migas.
A mí me gusta filtrar el aceite para eliminar los posibles grumillos que hayan soltado las frituras anteriores.

El pan debe estar húmedo, pero no chorreando.



Se incorpora a la sartén, y comenzamos a dar vueltas con una espumadera para que todas las migas se empapen de la grasa y no se pongan crujientes. Se van “picando” con el borde de la espumadera (Para eso va muy bien la que tengo yo, de hierro). Si es necesario, porque se vean secas, se rocían con un poco más de agua.





Para servir, se incorporan a la sartén la papada, los chorizos en rodajas y los ajos.


Es típico de la Sierra de Gata, tomar las migas con café.

NOTA: Utilizando ¾ de hogaza de pan candeal, 2 chorizos medianos y 300 gr. de papada fresca (adobada y oreada mengua algo) han salido 4 raciones generosas. 5 si se “estiran” un poco.