viernes, 22 de diciembre de 2017

SPEKULATIUS

Navidad, Navidad, dulce Navidad...!!


...O, "Dulces de Navidad".....
Porque, en cada país o región, tenemos un dulce típico de Navidad...
O varios dulces...., claro.

Uno de mis favoritos es el mazapán, cómo el que se utiliza para crear las famosas anguilas. Nunca falta en mi mesa durante estos días...



Ahora tampoco faltan estas "SPEKULATIUS".


Forman parte de esa lista enooorrrme de tipos de galletas que se hornean en Alemania durante el Adviento.
Zum beispiel:
  • Lebkuchen
  • Springerle
  • Spritzgebäck
  • Butterplätzchen
  • Zimtsterne
  • Spekulatius....

Algunas de éstas recetas tienen su propia historia. Por ejemplo, el Nürnberger Lebkuchen, tiene denominación de origen protegida...
Las Springerle de anís, una de las recetas más antiguas...

O las que hoy traigo a éstas páginas: las Spekulatius. Típicas galletas que se hornean para regalar el día de San Nicolás, el 6 de diciembre.




El Santo de Myra, cuidaba de los ancianos pobres y niños, y les llevaba pan y regalos por la noche...
La historia de Sankt Nikolaus deriva en la tradición actual de "Santa Claus" o  "Papa Noel".

Para hornear éstas galletas, se emplean unos moldes típicos de madera (igual que las springerle). Incluso, hay una colección de moldes (tambien he visto un rodillo) que si se colocan ordenadamente, las galletas cuentan la historia de San Nicolás de Bari.

Las SPEKULATIUS (el nombre provienen del latín specculum), tambien son típicas en otras zonas de Europa. En Bélgica se llaman Speculoos, y en Holanda Speculaas.
En éstos últimos países, se consumen durante todo el año. Y, aunque en Alemania son más típicas de la época navideña, ya empiezan a verse durante todo el año en los supermercados.
En España, también disponemos de ellas, gracias a la marca LOTUS

La característica principal de las spekulatius, es la mezcla de especias que se utiliza.
No son "galletas de jengibre". Son galletas de jengibre, canela, clavo, nuez moscada, cardamomo y pimienta blanca.....
Todas juntas forman las Spekulatiusgewürz. Mezcla que se vende  ya preparada.
En Madrid es difícil de encontrar, por lo que he seguido la proporciones que da la wikipedia  y he creado mi propia mezcla... Después, la he guardado en un frasco hermético..


Por cierto, una obviedad muy tonta: cuando digo "cardamomo", quiero decir las semillas que se encuentran dentro de la vaina. Cómo no conseguí encontrar el cardamomo en polvo, tuve que desenvainar un frasco entero, y después moler las semillas en un molinillo de café....!!!

En cuanto a los moldes, o tenemos la suerte de visitar Alemania en la previa de Navidad, o no hay "tu tia"....

Yo he utilizado uno sello/cortador/expulsor la mar de práctico que compré en Comercial Minguez. Lo elegí en un modelo "todo el año" porque, nosotros vamos a seguir la costumbre holandesa de hacer las galletas durante todo el año..., jejeje


SPEKULATIUS
(Galletas alemanas)

INGREDIENTES
·         500 gr de harina (todo uso)
·         2 cucharaditas de polvo de hornear
·         250 gr de azúcar moreno
·         3 cucharadas de mezcla de especias para Spekulatius*
·         1 pizca de sal
·         2 huevos
·         200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
·         100 gr de almendras molidas

PREPARACIÓN
Mezclar la harina con el polvo de hornear y las especias. Tamizar y reservar.
Ponemos el azúcar y la mantequilla en la batidora y batimos a velocidad media con la pala, hasta cremoso.
Añadiremos los huevos uno a uno, (hasta que no esté completamente incorporado el primero, no echaremos el segundo).
Seguimos con la pizca de sal y las almendras molidas.
Bajamos a velocidad lenta, e incorporamos poco a poco la harina con las especias y la levadura.
Volcamos la masa sobre la encimera y amasar hasta que no se pegue en las manos. Si resulta difícil de trabajar, añadir 1 o 2 cucharadas soperas de leche.
Dejamos la masa reposar 1 hora en la nevera, envuelta en film. Si se deja de un día para otro, toda la masa quedará impregnada del sabor de las especias.
Una vez fría la masa, la estiramos sobre una superficie enharinada, o entre dos papeles sulfurizados, hasta dejarla con 3 mm de grosor.
Iremos recortando las galletas utilizando cortadores. Nos ayudaremos de una espátula para trasladar las galletas a una bandeja de horno, forrada con papel sulfurizado. Dejaremos alrededor de 2 cm de separación entre cada una; aunque, ésta masa no sube, ni se expande mucho.
Yo prefiero recortar todas las galletas y después hornear, así controlo mejor el tiempo. Tengo tres bandejas. Mientras la primera está en el horno y la segunda está en la nevera, voy colocando galletas en la tercera…
Horneamos durante 10´ a 180ºC, con el calor arriba y abajo. Se pueden dejar un par de minutos más, pero con cuidado de que no se quemen.
Sacamos la bandeja del horno, y dejamos las galletas hasta que se enfríen. Terminarán de cocerse con el calor residual. No hay que tocarlas pues se podrían romper. Hay que dejarlas enfriar del todo
Después, se pasan a una rejilla, y se dejan al aire hasta que estén bien frías.
Se mantienen durante dos o tres semanas perfectamente; dejándolas en una lata bien cerrada.



* MEZCLA DE ESPECIAS PARA SPEKULATIUS. (Fuente: WIKIPEDIA)


En las tiendas especializadas hay una mezcla preparada. Pero, también se puede hacer en casa utilizando las proporciones siguientes:

  • Canela ----------------------------------8 partes
  • Nuez moscada -------------------------2 partes
  • Clavo -----------------------------------2 partes
  • Jengibre en polvo ---------------------2 partes
  • Cardamomo en polvo -----------------1 parte
  • Pimienta blanca -----------------------1 parte









lunes, 27 de noviembre de 2017

SPRINGERLE




Conocí estas galletas cuando mi hijo me regaló por Reyes el libro de Patricia Arribálzaga : "Cupcakes, Cookies & Macarons de Alta Costura".






En ese momento me parecieron tan irresistibles, como imposibles de realizar. No ya por la dificultad de la receta en sí, que no la tiene, sino más bien, por la dificultad de encontrar los moldes de madera que se utilizan.

Galletas con historia, éstas SPRINGERLE.

Con una tradición de casi 10 siglos de ofrendas  de animales sacrificados en honor a los antiguos Dioses germánicos .
Galletas horneadas con formas de animales, ofrecidas por las gentes humildes que no podían permitirse un lujo tan caro, como desprenderse de sus animales de sustento...

A partir de la Edad Media, con la inclusión de la fecha del 25 de Diciembre en el calendario cristiano, se fueron incorporando motivos religiosos poco, a poco. Hay algunos moldes verdaderamente espectaculares con Belenes tallados al menor detalle.

Entre los siglos XVII  y XIX, alcanzaron mucha popularidad. Los moldes, realizados artesanalmente con todo tipo de detalles tallados, se pasaban de generación en generación.
Hoy en día, se usan una copias realizadas en resina que simulan a la madera tallada, y con el mismo lujo de detalles. Algo que hace muy atractivas a éstas galletas.

¿Dónde conseguir los moldes?. Pues, salvo si viajamos a Alemania, a través de internet, naturalmente.
Yo los he conseguido aquí.

La receta que he seguido, es la que da Patricia Arribálzaga en su libro.



La verdad, es que no son tan laboriosas como parece. Eso sí, hay que tener un poco de paciencia. el proceso de "secado" es de vital importancia para un resultado final satisfactorio. 






Otra cosa. Nos encontramos con un ingrediente nada habitual: el bicarbonato de amonio (hirschhornsalz o HARTSHORN). Un precursor de los impulsores químicos actuales. No lo venden en cualquier sitio. Por eso, he aprovechado la compra de los moldes, y he pedido también el Hartshorn.






Además de lo preciosisisismas que son, el "chiste" de estas galletas, es su duración.



Un motivo más para hacerlas, es que nos pueden servir como regalo en Navidad.








Pero, para eso, tenemos que empezar ha hacerlas ¡YA, YA, YA! ....





SPRINGERLE

(Del libro: Cakes Haute Couture ”Cupckes, Cookies & Macarons” de Patricia Arribálzaga)


INGREDIENTES (Para 50 galletas de 5 cm de diámetro)

  • 3 huevos Temperatura ambiente)
  • 375 gr de azúcar glasé
  • 60 gr de mantequilla (temperatura ambiente)
  • ¼ cucharada de té de sal
  • ¼ cucharada de té de HARTSHORN (Bicarbonato de amonio)
  • 1 cucharada sopera de leche
  • 500 gr de harina *
  • ½ cucharada de té de aceite esencial de anís


PREPARACIÓN

Lo primero que hay que hacer, es disolver el bicarbonato de amonio en la cucharada de leche, y dejar reposar durante 90 minutos. 






Pasado ese tiempo, batimos los huevos durante 15 minutos a la velocidad máxima de nuestra amasadora (KA). De esta forma, las galletas nos saldrán blancas. Es requisito imprescindible.

Bajamos un poco la velocidad para incorporar cucharada, a cucharada, el azúcar glasé. A continuación, añadiremos la mantequilla, la sal, el Hartshorn y la esencia de anís. Subimos la velocidad unos minutos hasta ver la mezcla cremosa.





En este punto, cambiamos las varillas por la pala para incorporar la harina tamizada a la mínima velocidad.

*Tenemos que ver que la masa se va despegando de las paredes del bol. Yo no he necesitado incorporar toda la harina junta. Primero he apartado 50 gr para enharinar la mesa de trabajo. Pero, además, el resto se lo he ido incorporando poco, a poco, una vez ya en la mesa. La masa debe quedar suave y un poco pegajosa al tacto.

Para cortar las galletas, estiramos la masa dejándola de 1´5 cm de grosor. Hay que tener la precaución de enharinar la mesa para que no se nos pegue al trabajar.




Con un pincel, enharinamos ligeramente los moldes y la superficie de la masa estirada.












Disponemos el molde sobre la masa, y presionamos de forma uniforme para dejar la impronta.









Retiramos con precaución el molde y recortamos con un cortapastas del mismo tamaño del dibujo.











Con una espátula, pasamos las galletas recién cortadas, a una bandeja de horno, forrada de papel sulfurizado.






Hay que dejarlas reposar entre 9 y 24 horas. Con ello se consigue que se seque la superficie de la galleta y forme una costra para que después no se deformen al hornear. El tiempo depende de la humedad ambiental según la zona geográfica, pudiendo llegar a necesitar hasta 48 horas de secado.





Para saber el momento óptimo, deberemos comprobar que, en el reverso de la galleta, se ha endurecido y “blanqueado” el contorno, notando cierta zona de humedad, hacia el centro.






Hornearemos a una temperatura baja. Hay que evitar que se doren; pues la característica de estas galletas, es su color blanco de hueso.

Cuanto más grande es la galleta, más baja será la temperatura y más largo el tiempo de horneado. Al contrario de lo que pasa si la galleta es pequeña (más temperatura, menos tiempo de horneado).

Yo las he horneado a 150º con calor arriba y abajo, durante 13-14 minutos. He puesto la bandeja en el tercio inferior del horno.

Justo antes de hornear, hay que humedecer la base de la galleta, con un pincel, o un dedo mojado. De esa manera, crecerá sin que se deforme la impresión.

Una vez horneadas, dejaremos enfriar las galletas en la misma bandeja, hasta que se puedan despegar con facilidad, y traspasar a una rejilla de enfriado.




Para su conservación, lo mejor es una lata bien cerrada; incluso en bolsas de celofán pueden aguantar hasta varios meses.
Estas galletas mejoran con el tiempo. Por eso, si las vamos a regalar (Por ejemplo, en Navidad) conviene prepararlas, al menos, con 3 a 4 semanas de antelación…




NOTA: Una vez incorporado a la masa el bicarbonato de amonio, no se podrá comer cruda (mucha gente la prueba así) ya que ese ingrediente resulta irritante al estómago. En cambio, una vez cocinado, se evapora y hace que la galleta sea mucho más duradera, y el interior sea abizcochado.









lunes, 16 de octubre de 2017

MIGAS EXTREMEÑAS



... Al estilo de la Sierra de Gata...

Y digo al "estilo" porque, cada pueblo, cada zona de Extremadura tiene su versión particular de éste guiso. 







Desde la última entrada, ha cambiado bastante mi vida laboral...
...Es decir, en estos momentos estoy sometida a "otro tipo de estrés"... Me he jubilado. 


Ahora he de aprender a organizar mi vida. Tengo que reorganizar mi vida, más bien.

El primer mes he estado de vacaciones, así es que, aún no me hago a la idea...

Uno de los lugares visitados fue Cáceres.
No tengo perdón de Dios. ¡Que mi madre sea de allí, y yo  haya estado solo un par de veces...!
Bueno, mi madre era nacida en la Sierra de Gata. En el Valle de Jálama...
Dónde a la cebolla le dicen "CEBOLA", "ADEITE", al aceite, "ALLU", al ajo, y a su pueblo le llaman "VALVERDI"...

¡¡Un sitio encantador!!. Rodeado de agua, montañas y prados,...¡¡precioso!!

Uff!
¡Qué nostálgica me estoy poniendo...!

De todos es conocida mi pasión por los cacharros. Yo creo, que esa afición la tengo por mi madre. Ella decía que había que tener una ropa para cada ocasión, y un cacharro para cada fogón.
Yo tengo una sartén para freír huevos, otra para cuajar tortillas, otra para los risottos, una (de las que van siendo más viejas) para freír pescado...
Una olla de barro para guisos de legumbres; asadores de barro de distinto tamaño (según los comensales)...
La olla exprés para las prisas....
Utensilios de madera de boj...
Una cocotte de hierro fundido para "mijoter", etc., etc...


Pero no busquéis la THERMOMIX....

La verdad, para hacer la receta de hoy, las únicas herramientas que hacen falta son una sartén honda, o un caldero (¡lo tengo!, jeje...), y una buena espumadera.

Las MIGAS (extremeñas, manchegas,turolenses, almerienses...), es uno de los platos más extendidos en nuestra cocina. Toma de cada zona su idiosincrasia. Por ello, es uno de los guisos más gustosos que uno puede disfrutar. En cualquier época y lugar.

Aquí, podéis aprender algo más sobre la historia de ellas...

Cómo os digo al principio del post, hago migas extremeñas al estilo de mi madre. Sierragatina, ella.

Mis migas las tomamos como plato único de una comida. No llevan pimientos fritos, y solo el pimentón que sueltan los chorizos y el adobo de la papada (Casero, claro. No puede ser de otro modo).

En mi casa se acompañan con café con leche. Y no es la única casa donde se toman así. En cualquiera de San Martín de Trevejo, o Valverde del Fresno, por ejemplo.
Os aseguro que el café "empuja" tanto o  más que el vino tinto.

Cómo podéis suponer, ésto no se come todos los días. Y para mayor tranquilidad, mejor una vez al año..., que así hace menos daño...


MIGAS EXTREMEÑAS
(Al estilo de la Sierra de Gata)

INGREDIENTES

· Pan de miga dura (harina candeal),preferentemente atrasado de 2 días.
· Papada de cerdo fresca, entreverada y adobada en casa.
·         Chorizos para freír.
·         ½ cabeza de ajos
·         Aceite de Oliva Virgen Extra
·         Agua.

ADOBO DE LA PAPADA:

·         3 o 4 dientes de ajo
·         3 o 4 granos de pimienta negra.
·         Sal
·         Pimentón dulce de la Vera

PREPARACIÓN:


Tres o cuatro días antes de preparar las migas, adobaremos la papada y dejaremos orear para que seque un poco.

Para ello, haremos un machado con ajo, pimienta negra y sal. Cuando sea una pasta fina, añadimos el pimentón dulce de la Vera.





Mezclamos bien y embadurnamos la papada por todos sus lados. Si se quiere, se le puede eliminar la corteza. Yo la quité una vez seca. Dejamos sobre un plato en una zona bien ventilada, y le vamos dando vueltas para que le dé el aire por todas partes.




Día “D”:


Picamos el pan haciendo lonchas finas (igual que para hacer sopas). Las iremos echando en un cuenco grande. Según se vayan cortando, se salpican con agua, para que se humedezcan algo. Una vez picado todo el pan, se tapan las migas con un paño húmedo para que no se resequen, y reservamos hasta la hora de freír.





En una sartén ancha y profunda echaremos AOVE cubriendo bien el fondo. La cantidad necesaria, depende de la cantidad de migas que se hagan, y de la cantidad que echemos de los otros ingredientes.







En ese aceite freímos sin pelar, los dientes de ½ cabeza de ajos. Reservamos.







La papada adobada, que previamente habremos troceado, la freiremos así mismo hasta que suelte toda la grasa. Reservamos también.

Por último, freímos los chorizos. Si son muy grandes, los partimos en varios trozos. Antes de freír, los pinchamos con un palillo para que no se reviente la piel, y al mismo tiempo, suelten la grasa.


Una vez bien fritos los chorizos, se reservan también.

Es el momento de freír las migas.
A mí me gusta filtrar el aceite para eliminar los posibles grumillos que hayan soltado las frituras anteriores.

El pan debe estar húmedo, pero no chorreando.



Se incorpora a la sartén, y comenzamos a dar vueltas con una espumadera para que todas las migas se empapen de la grasa y no se pongan crujientes. Se van “picando” con el borde de la espumadera (Para eso va muy bien la que tengo yo, de hierro). Si es necesario, porque se vean secas, se rocían con un poco más de agua.





Para servir, se incorporan a la sartén la papada, los chorizos en rodajas y los ajos.


Es típico de la Sierra de Gata, tomar las migas con café.

NOTA: Utilizando ¾ de hogaza de pan candeal, 2 chorizos medianos y 300 gr. de papada fresca (adobada y oreada mengua algo) han salido 4 raciones generosas. 5 si se “estiran” un poco.












sábado, 5 de agosto de 2017

SALMOREJO CORDOBÉS



El calor no nos da ni un respirito....!!!

Casi no nos apetece comer...., y mucho menos, guisar...

Pero, no hay más remedio que hacerlo...




Ésta última semana ha sido espantosa de trabajo.
¡Por Dios!, ¿¿ No se iba la gente de vacaciones en agosto??.

Cada día he llegado a casa hecha unos zorros, y a las mil horas....!!
Solo me apetecía guisar cosas fresquitas, y que se pudieran dejar preparadas....

Ensaladas, legumbres en vinagreta, sopas frías...

Entre las últimas, una de las más apreciadas en las casas es el Salmorejo Cordobés.
Es exquisito, pero contundente.

Un plato muy completo, si se toma con la guarnición típica de jamón y huevo duro. Así es que, nos sirve perfectamente de plato "único". Y ya os digo, que ésta semana, yo estaba solo para "platos únicos"....

Para la realización de un auténtico Salmorejo al estilo de Córdoba, son fundamentales dos cosas:

  1.  Un buen aceite de oliva virgen extra
  2.  El pan
El tema del aceite es delicado. Existen tantas variedades, cómo gustos y paladares.
En éste caso, es mejor utilizar uno suave; que no sea de sabor muy intenso. 

Aunque, particularmente soy adicta a la variedad PICUAL, para ciertas elaboraciones, uso la HOJIBLANCA. Y el salmorejo, es una de ellas.

El pan. 
Los puristas recomiendan el pan típico de Córdoba que se llama "Telera".

En mi caso, aplico el conocido refrán "A falta de pan...¡buenas son tortas!".

Y es que, en Madrid no hay "teleras" a mano. Pero sí otros tipos de pan candeal...

Hechas las puntualizaciones, paso a explicar cómo hago el :


SALMOREJO CORDOBÉS


INGREDIENTES (4 pax.)

  • ½ kg de tomates maduros (preferiblemente de pera).
  • 100 gr de pan atrasado (mejor pan de miga compacta, como el candeal).
  • 4 cucharadas soperas de Aceite de Oliva Virgen Extra.
  • ½ diente de ajo.
  • Sal.
  • Virutas de jamón serrano y huevo duro para guarnición.

PREPARACIÓN

Lavamos los tomates y le quitamos el pedúnculo con la punta de un cuchillo bien afilado. Los picamos en trozos regulares y los llevamos a una batidora (mejor, de vaso).




Batimos muy bien, hasta obtener un puré fino.

Pasamos por un colador chino, o uno de malla fina para eliminar los restos de pieles y semillas del tomate.
Troceamos el pan, y lo ponemos en el fondo de la batidora.










Vertemos el puré de tomate sobre el pan y dejamos reposar unos minutos para que se reblandezca.










Picamos el ½ diente de ajo, eliminando previamente el germen.
Añadimos las cucharadas de AOVE y la sal.
Batimos bien hasta conseguir una crema espesa.

 Dejamos enfriar en la nevera hasta el momento de consumir.








Se sirve con un picadillo de jamón serrano y huevo cocido.











Mi hijo se lo toma untándolo en pan.....
¡¡Para gustos...., los colores...!!