domingo, 23 de julio de 2017

TUMBET MALLORQUÍN




Hacía mucho tiempo que no lo comía.

No da mucho trabajo, pero son varios pasos inevitables los que hay que dar.








Para empezar, hay que hacer una tomatada (así le llamamos en mi casa a la salsa de tomate frito).

Además, TODO se hace frito....!!!. (¡¡HORRORRRR!!)
Lo que va un poco en contra de esa dieta perenne que se suele hacer de cara al verano....
¡¡ Qué más da ...!!

Es uno de esos platos, que cómo el PISTO MANCHEGO, llegan a todos los paladares; incluso a los más exquisitos....

Ahora bien. ¿Cómo es la auténtica receta?
¿Con huevo, sin huevo....?
¿Frío, caliente...?


Yo os doy la versión de mi madre, que la aprendió en Mallorca, hace.......¡¡Ni se sabe cuánto tiempo hace!!.

Puede que no sea la más típica, lo sé. Puede que en la actualidad no se cocine así... Pero, es la que yo conozco.

Cada vez que se la he hecho a mis amistades, ya solo el nombre les ha parecido raro TUM....¡¡¿¿ quée ??!!

¡¡TUM-BET!!, ¡Oiga!

Éste plato tiene muchas ventajas. Cómo por ejemplo, poder cocinarlo con antelación. Frío (temperatura ambiente), está muy rico. Lo que lo hace muy apropiado para reuniones veraniegas, pic-nics campestres, y cenas frías.
Si optáis por tomarlo caliente, yo recomiendo que esté tibio. Pero, ya digo. Si sobra, estará mucho más rico al día siguiente...


TUMBET MALLORQUÍN

INGREDIENTES (6 – 8 pax)
·         1 berenjena grande
·         3 patatas medianas
·         3 pimientos verdes italianos
·         400 ml de tomate frito casero
·         4 huevos.
·         Aceite de Oliva Virgen Extra.
·         Sal.



PREPARACIÓN




Lavamos y cortamos la berenjena en rodajas, más o menos de ½ centímetro. Las dejamos sobre un escurridor, espolvoreadas con sal gorda, para que eliminen el amargor.










Lavamos los pimientos, les quitamos las semillas y los cortamos en tiras.
En una sartén amplia, ponemos el aceite a calentar. Vamos a necesitar alrededor de 250 ml.
Salamos los pimientos y freímos procurando que no se nos quemen. Cuando estén blanditos, retiramos y escurrimos bien. Reservamos






Pelamos las patatas y cortamos en rodajas.

Salamos ligeramente, y freímos en el aceite de los pimientos. Lo haremos por tandas, para que no se peguen las rodajas, y queden las patatas bien hechas.









Vamos sacando de la sartén y dejando sobre papel absorbente para que eliminen el mayor aceite posible.







Por último, lavamos y secamos bien las rodajas de berenjena. Enharinamos ligeramente, y freímos en el mismo aceite. Cuando estén doradas, las sacaremos y escurriremos en papel absorbente, igual que las patatas.


MONTAJE DEL TUMBET:

En una cazuela de barro, o en una fuente resistente al calor, iremos colocando las verduras alternativamente.





Lo haremos de la siguiente forma:









Cucharadas de tomate en el fondo del recipiente.
Capa de patatas.
Cucharadas de tomate.
Capa de pimientos.
Cucharadas de tomate.
Capa de berenjenas.
Cucharadas de tomate……




Y así sucesivamente, hasta que se terminan.





La última capa debe ser una bien generosa de tomate frito.









Por último, batimos los huevos cómo para hacer una tortilla, y los vertemos sobre las verduras.
Pinchamos con un tenedor, o con la punta de un cuchillo, para que se introduzca bien por todo el recipiente.







Llevamos al horno hasta que los huevos estén cuajados.
Dejamos enfriar hasta que esté tibio.








NOTA: Este plato se toma caliente o frío. Se puede preparar por la mañana, y a la hora de comer estará estupendo.
También de un día para otro.




 Es ideal para reuniones familiares y de amigos.














lunes, 17 de julio de 2017

CARLOTA DE PIÑA




Éste postre llamado Charlotte originalmente, surgió en la Inglaterra del s. XVIII, y fue creado en honor a la esposa del rey Jorge III, Carlota Sofía de Mecklemburgo Strelitz.





Se realizaba con mermelada de frutas, que se horneaba en un molde revestido de rebanadas de pan con mantequilla. Se servía desmoldado y tibio, y lo acompañaban de una salsa de crema inglesa.

A principios del siglo XIX, fue un prestigioso cocinero francés quien inventó la versión fría.
Tapizaba un molde con bizcochos empapados en licor o café, y lo rellenaba con una bavaroise, o con crema chantilly. Después la dejaba enfriar, incluso helar.

También hubo cambio de nombre: "Charlotte rusa"

El pastel, se volcaba sobre una bandeja, y quedaban a la vista los bizcochos....

Así la hacía mi madre.
Yo le he dado el toque actual.





No cabe duda que, la aparición de los moldes desmontables, ha hecho que la presentación de éste postre haya evolucionado. Resulta mucho más vistoso, y el acabado es más perfecto.






Se puede hacer con bizcochos de soletilla caseros (aquí), o con las típicas barritas de vainilla, más crujientes. Estas últimas, visualmente son más perfectas; pero a mí no me hacen tanta gracia para éste postre. Son duras, y la Carlota queda mucho mejor con un bizcocho blandito. No obstante, para gusto, los colores.....
Además, hacer una plancha de bizcocho no se tarda nada, luego se cortan rectángulos del tamaño deseado, y se forra el molde....¡ya está!

En cuestión de 15 días, he hecho dos Carlotas
Una para el cumpleaños de mi cuñada, La otra, la de ayer, para el cumpleaños de mi maridín.

Aquí os dejo la receta... Es un postre ideal para éste tiempo de calores...

CARLOTA DE PIÑA

INGREDIENTES:
·         1 bote grande de piña en su jugo (de la mejor calidad)
·         ½ l. de nata para montar (mínimo 35% M.G.)
·         50 gr. de frutas escarchadas
·         Bizcochos de soletilla (alrededor de 20 uds, más un disco para la base)
·         4 cucharadas soperas rasas, de leche en polvo (Para estabilizar la nata).
·         3 cucharadas soperas colmadas, de azúcar glacé
·         1 sobre de gelatina vegetal (AGAR AGAR)
·         2 cucharaditas de Kirsch (opcional)


PREPARACIÓN: 





Preparamos los bizcochos de soletilla y la base, según la receta.
Mejor hacerlos la tarde anterior o por la mañana, si vamos a montar la tarta por la tarde.








Ponemos a escurrir las rodajas de piña. Troceamos las frutas escarchadas y las remojamos durante un buen rato en parte del jugo de la piña y el kirsch.
Picamos la piña en trocitos regulares, y los juntamos con la fruta escarchada una vez escurrida. Reservamos la fruta por un lado, y el líquido por otro.









Recortamos la base del bizcocho del tamaño del molde que vayamos a utilizar (el mío es de 22 cm., pero lo ideal, es que sea de 18 o 20).










Ponemos el disco en la bandeja de presentación, ajustamos el aro y colocamos las soletillas alrededor. Si se solapan un cm, no se caerán cuando se quite el aro. Le cortaremos uno de los extremos para que asienten bien sobre la base.





Montamos la nata bien fría en la batidora, con el bol y las varillas también muy frías. Añadimos la leche en polvo y comenzamos a batir. Incorporamos las cucharadas de azúcar glacé, y batimos estando pendientes del proceso. Cuando se vea que la nata toma ligero color cremoso, y hace surcos, ya está montada. (Si seguimos batiendo podemos hacer mantequilla…, jajaja).





NOTA: Siempre que utilizo nata para un relleno, o para una decoración que requiera larga duración, utilizo leche en polvo y azúcar glacé para montar la nata.





Éstos dos ingredientes, suelen llevar estabilizantes para evitar que se apelmacen durante su almacenamiento. Ahora hay productos que se pueden comprar (“NATAFIX”, de Dr. Öeker; o “San-Apart” de Küchle). Y, por supuesto, utilizo una nata con alto contenido en M.G. La de hoy tiene 38%).

Seguimos.
Repartimos unas cucharadas de trocitos de fruta sobre la base. Eso le da jugosidad al bizcocho y así no hace falta calarlo con almíbar, u otros líquidos.
El resto de la fruta se lo incorporamos a la nata montada. Mezclamos con cuidado para que se reparta bien.
Rellenamos el molde revestido de bizcochos. Alisamos muy bien la superficie y llevamos a la nevera a enfriar.

Mientras la Carlota se enfría, ponemos el jugo de la piña con el kirsch en un cacillo. Si vemos que es poca cantidad, se le puede añadir zumo de cítricos (naranja y lima, sobre todo). Añadimos el sobre de gelificante y removemos bien para evitar los grumos. Calentamos, dejamos que alcance la ebullición y mantenemos la cocción durante 2 minutos. Retiramos del fuego, y dejamos enfriar a temperatura ambiente.




Cuando el jugo se esté empezando a coagular, lo repartiremos con cuidado sobre la superficie de la Carlota. Dejamos enfriar la tarta, al menos durante 4 horas. O mejor, toda la noche.






Por la mañana, se retira el aro con cuidado y se termina la decoración al gusto de cada cual.








NOTA: El uso del lazo, es puro impacto visual. Como dije, si se solapan mínimamente las soletillas, no se van a caer.












sábado, 8 de julio de 2017

BATIDO DE MELÓN.



¡¡Por Dios!!.

¡No hay cosa más horripilante, que un melón te salga "pepino"!

Llegados los calores del verano, apetece comer fruta fresca, jugosa y dulce.

Así es que, se puede uno figurar la decepción que se siente al abrir un melón y encontrarte que solo sabe...."a agua" (cómo decía aquel anuncio de agua mineral...).

Mi madre tenía un dicho para éstos casos: ¿Cómo está el melón?, ¡Psss, ni fú, ni fá!..."Por dónde pasa, moja"




Éste que tengo en mi nevera, es una mezcla entre pepino/patata/calabacín.
Un "sies, noes"...
Tan insípido, tan insípido, que mi marido se lo estaba comiendo rociándolo con sacarina líquida... ¡¡Señor!!.

Había que tomar una determinación y darle una salida honrosa al dichoso melón.

Me acordé de un batido de melón que mi cuñada llevó a un picnic veraniego.
No lo pensé más.


BATIDO DE MELÓN
 
INGREDIENTES (para 1.5 l.)
·         1 kg de melón limpio de piel y semillas (dulce, mucho mejor)
·         1 yogurt natural (mejor cremoso, de tipo “griego”)
·         250 ml. de leche evaporada
·         Canela en polvo

PREPARACIÓN:

Limpiamos de semillas el melón.
Con un sacabolas, hacemos varias esferas de fruta, que reservaremos para la decoración.
Pelamos y troceamos el resto del melón.

En una batidora de vaso, introducimos el melón picado, añadimos el yogurt, la leche evaporada y espolvoreamos con canela.
Batimos todo junto hasta obtener una crema suave.
Si vemos que queda espeso, aligeramos con leche evaporada, hasta dejar el batido a nuestro gusto.

Servimos muy frío.




Decoramos con una brocheta con bolitas de melón.
Espolvoreamos con canela.

NOTA: Puede que, cómo en mi caso, haya que añadir alguna cucharada de azúcar.....


domingo, 2 de julio de 2017

BIZCOCHOS DE SOLETILLA




...CASEROS....!!

Hace nada ha sido el cumpleaños de una cuñada mía, y me encargó una tarta. Pero no una tarta cualquiera. Una que hacía mi madre, y que a ella le dislocaba.




Era una "CARLOTA".

Y una "Carlota" cómo Dios manda, hay que hacerla con bizcochos de soletilla.
La verdad es que no disponía de mucho tiempo. A pesar de todo, me dispuse a desempolvar la receta de mi madre....

Lo primero, es lo primero.

BIZCOCHOS DE SOLETILLA.
Seguramente para mí, el bizcocho más aburrido de toda la repostería...
Sí, no os horroricéis !.

Es seco, liviano, y para enterarse hay que comerse una docena (cómo mínimo).
Para muchos es la exquisitez personificada, pero para mí, son un aburrimiento.

Eso no es óbice, para que no disfrute haciendo una buena tanda de ellos. Los necesarios para forrar un molde para  "Carlota"

Más o menos, son cómo un bizcocho Genovés. Así es que, no tienen la más mínima complicación



BIZCOCHOS DE SOLETILLA

INGREDIENTES:
  •       4 yemas de huevo
  •       4 claras de huevo
  •       100 gr de azúcar blanquilla
  •       100 gr. de harina para repostería
  •       1 cucharadita de extracto de vainilla
  •       1 pizca de sal
  • ·     Azúcar glas





PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 190ºC

Montamos las yemas de huevo con 1/3 del azúcar hasta que estén bien cremosas y blancas.
Incorporar el extracto de vainilla y batir un poco más, hasta integrar.
Reservar.

Empezamos a batir las claras de huevo. Cuándo hayan espumado bastante, incorporamos la pizca de sal. Batimos hasta que veamos picos blandos. En ése momento, y sin dejar de batir, añadimos el azúcar restante en forma de lluvia. Continuamos batiendo hasta que el merengue esté bien firme y brillante.
Tamizamos la harina en un bol.

Ahora, comenzaremos a integrar el merengue y la harina al batido de yemas de huevo. Alternaremos la harina y el merengue, hasta tres veces. Terminando con una parte de merengue
Procuraremos remover con una espátula realizando movimientos envolventes.

Rellenamos una manga pastelera y, o bien le cortamos el pico; o bien utilizaremos una boquilla lisa y redonda de unos 2 cm de diámetro.

NOTA.: Con la boquilla, los bizcochos nos quedan más abultaditos que sin ella.




Forramos una bandeja pastelera con papel sulfurizado y realizamos bastones de masa de alrededor de 10 cm. de largo. Dejaremos espacio entre uno y otro, porque luego crecen en el horno.

Un momento antes de meter la bandeja en el horno, espolvoreamos los bastoncitos con bien de azúcar glas, y después los rociamos con unas gotas de agua (para conseguir una superficie crujiente).


Horneamos a media altura durante 10-15 minutos. O hasta ver que los bizcochos empiezan a dorarse.








Dejamos que se enfríen algo los bizcochos en la bandeja dónde los hemos horneado. Un poco más tarde, y ayudados de una espátula, los vamos separando del papel y dejando sobre una rejilla para que se enfríen del todo y los podamos guardar en un recipiente hermético, o una lata de galletas hasta que los vayamos a utilizar.






Con éstos ingredientes, salieron 30 soletillas.