Creo que la cocina Hindú es una de mis favoritas. Bueno en realidad, es una de las cocinas favoritas de toda la familia....
Nuestra introducción en el mundo de los Tandoori, Currys, Chatnis y arroces aromatizados, fue totalmente casual.
De visita en Lisboa, cerca de nuestro hotel situado en la zona del Parque de las Naciones, había un "restaurante indiano" (cómo lo llamó la recepcionista)..., ¡y allá que fuimos!...
Fue, lo que se dice: "El principio de una gran amistad"...
Luego, en Madrid, nos hicimos asiduos al restaurante Annapurna de la calle Zurbano...¡Menudo disgusto nos llevamos cuando lo cerraron...!, y ¡Menuda alegría al saber que lo han reabierto en la calle Pensamiento 28 ...!
No todos los días se puede uno permitir el lujo de comer en un restaurante de ésta categoría...
Sin embargo, echábamos de menos nuestras cenas en la noche de Reyes, una tradición familiar qué, sin duda, retomaremos...
En casa, el "pollo con arroz al curry", se convirtió en un recurrente. Pero había que avanzar, que no sólo de pollo vive el hombre...
A mi hija no le gusta el cordero, así que, siempre aprovecho para hacer esta receta, en los momentos que ella no está en casa...
La niña, tuvo su "momento vegetariano" por lo que, adapté uno de los currys suaves para guisar verduritas crujientes...
¡Gracias a Dios, que ha pasado del rollo...!
El tema de las especias, en la cocina india, es todo un reto a nivel casero. Algunas me resultan difíciles de encontrar (ej.: cardamomo negro). Desde luego, las marcas españolas que las envasan, lo hacen sólo con las conocidas y más habituales para nosotros.
En algunos herbolarios tal vez se encuentren. Gracias a la globalización multicultural de nuestras ciudades, vamos descubriendo alimentos de los que antes no habíamos oído hablar...
Por eso, hay que ingeniárselas para obtener un resultado, lo más semejante posible al original.
Por otro lado, está el asunto de las grasas empleadas para cocinar.
La comida india, se cocina normalmente con "ghee" (mantequilla clarificada), por razones tanto religiosas, cómo de sabor. Y, cuando no utilizan el ghee, utilizan aceites vegetales sin sabor, como el de girasol.
Yo he obviado la mantequilla clarificada; y el chile rojo que encontré en el herbolario, no era nada "rojo", por lo que lo sustituí por pimentón picante de la Vera sin ahumar (¡ojo!). El cardamomo negro, sigue siendo un "total desconocido"...
Así hago yo el
GOSHT ROGAN JOSH
· 1
kg. de cordero en trozos (mejor cordero lechal)
· 4
cucharadas soperas de aceite de girasol
· 2
palos de canela
· 5-6
clavos de olor
· 2
hojas de laurel
· 4
vainas de cardamomo negro (en su defecto, yo utilicé 8 de cardamomo verde)
· 1
kg de cebollas rojas
· 1
cucharada sopera de jengibre fresco rallado
· 1
cucharada sopera de ajo machacado
· 2
cucharadas soperas de chile rojo en polvo (en su defecto, yo utilicé pimentón picante de
la Vera sin ahumar)
· ½
cucharada de jengibre en polvo
· ½
cucharada de hinojo en polvo (si no tienes hinojo, échale anís molido)
· 2
yogures naturales desnatados.
· Sal
· Agua
c/n
Preparación:
Cuando esté a punto,
echa los palos de canela cortados en trozos grandes, los clavos, el cardamomo y
las hojas de laurel.
Da unas vueltas, e incorpora el cordero. Deja freír hasta
que esté bien dorado.
Incorpora la cebolla
cortada en cubitos muy finos, la cucharada de jengibre fresco, y la de ajo
machacado (la sal del guiso, échala al ajo en el mortero, para majarlo mejor).
Añade el agua hasta
cubrir la carne. Tapa la cacerola, y deja cocer a fuego moderado durante 30-40
minutos. (El cordero tiene que quedar blandísimo).
En un cuenco, mezcla
el pimentón picante, el jengibre en polvo, y el hinojo, o el anís en polvo. Yo,
cómo no encontré hinojo en polvo, machaqué en el mortero una cucharada sopera
de semillas de anís.
Una vez blandita la
carne, se incorporan el resto de especias (diluidas con un chorrito de agua,
para que no se quemen), y los yogures batidos.
Se deja cocer un rato
más, hasta que veamos que la salsa ha espesado.
También se pueden
eliminar las especias “en grano” que hemos utilizado desde el principio, pero
eso va en gustos.
Se come caliente, y
acompañado de arroz Basmati aromatizado.
Una forma distinta de comer cordero que no dejará indiferente a tus invitados
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